Este lanzamiento se produce además días después de un ejercicio militar norcoreano en el que se lanzaron el sábado varios proyectiles, entre ellos un misil de corto alcance.
El Norte “disparó lo que podrían ser dos misiles de corto alcance” desde la provincia de Pyongan del Norte, indicó este jueves el jefe del Estado mayor surcoreano en un comunicado.
Agregó que los misiles, que recorrieron 270 y 420 kilómetros, son objeto de análisis por parte de militares surcoreanos y de sus aliados estadounidenses.
Estos lanzamientos tienen lugar también horas después de que el enviado especial de Estados Unidos para Corea del Norte, Stephen Biegun, llegara el miércoles por la noche a Seúl para mantener conversaciones con representantes aliados surcoreanos sobre el enfoque a adoptar en las negociaciones nucleares con Pyongyang.
Es la primera visita de Biegun a Seúl desde que el Presidente estadounidense Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong-un terminaran sin acuerdo sus negociaciones en su segunda cumbre en Hanói, en febrero pasado.
El sitio de Sino-ri, una base de misiles que tiene décadas de antigüedad, se halla a 75 kilómetros al noroeste de Pyongyang. El lugar alberga al equivalente de un regimiento, y está equipado con misiles Nodong-1 de medio alcance, según el Centro de Estudios estratégicos internacionales.
Cualquier lanzamiento efectuado desde Sino-ri en dirección del este debería haber atravesado la península coreana antes de alcanzar el océano, según los expertos.
AGENDA NO REVELADA
Biegun se entrevistó con su homólogo surcoreano Lee Do-hoon este jueves, durante un desayuno, pero su agenda política completa no ha sido divulgada.Se sabe que el emisario estadounidense prevé entrevistarse el viernes con los ministros surcoreanos de Exteriores y de Reunificación.
Los dos países aliados -Washington tiene 28,500 efectivos militares estacionados en el Sur, para hacer frente a las eventuales amenazas de su vecino del Norte- trabajan juntos en la estrategia negociadora ante Pyongyang.
Con el disparo de este jueves, “Corea del Norte está enviando un claro mensaje de que no se satisfará con una ayuda humanitaria” procedente de Seúl, según Hong Min, investigador del estatal Instituto coreano para la unificación nacional.
Pyongyang “está diciendo: ‘Queremos garantías de seguridad a cambio de un proceso de desnuclearización’” agrega.