El primer ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, habló en Radio Cooperativa sobre el desafío que asumirá a partir del martes 1 de abril cuando comience a operar la nueva cartera.
El Presidente Boric anunció la noche de este jueves, en cadena nacional, que Cordero, hasta ahora subsecretario del Interior, asumirá la nueva Secretaría de Estado.
Dado que la nueva cartera se implementará en pleno año electoral, el abogado reflexionó que “cuando la seguridad es apropiada por la política contingente, se transforma en una gestión política de emociones, y eso, en algún sentido, tiene el incentivo de ocupar el terror como medio de disputa política, y eso tiene consecuencias muy negativas para la población”.
Cordero valoró, en conversación con Cooperativa, que tal como fue promulgado, “físicamente, el Ministerio de Seguridad está fuera de La Moneda, y eso implica que uno tiene que tener mucha claridad para amarrarse al mástil y evitar el canto de sirenas, porque instalar un Ministerio de Seguridad en un año electoral, cuando los tres temas más relevantes en todas las elecciones del mundo en el último tiempo han sido seguridad, migración y costo de la vida, es un desafío bien significativo, y creo que en parte, es mi responsabilidad”.
Remarcó que “creo que es peligroso hacer política, y en algún sentido, desleal con las personas utilizar el temor como estrategia política, porque moviliza las emociones más básicas, y en algún sentido, traslada a las personas en su vida cotidiana una angustia que, en ocasiones, puede ser completamente desproporcionada (…), uno no puede explotar esas emociones básicas como una forma legítima”.
“La seguridad es una obligación del Estado, pero es un derecho fundamental de las personas: el derecho a vivir tranquilo, y si ese derecho no está cubierto, es imposible que los vecinos puedan mirar hacia el futuro con más estabilidad, y por eso es básico también para la confianza”, indicó.
Añadió que “usted no va a suprimir el delito, pero lo que tiene que transmitir adecuadamente es que el Estado y sus autoridades están a cargo; por eso, uno tiene que evitar -y yo sé que es difícil- que en este tema de vitalidad tan central, lo que se tenga son rivalidades políticas permanentes, porque el principal beneficiado en el caso de discrepancias de esas características son las organizaciones criminales“.
En cuanto a la propia implementación del Ministerio naciente, Cordero relevó que “el país ha dictado una cantidad muy significativa de leyes en materia de seguridad en los últimos años, y ha aumentado muy significativamente el presupuesto, pero eso sólo tiene sentido si es eficaz y tiene resultados“.
“Por eso, yo creo que el gran desafío del Ministerio de Seguridad es hacer gestión pública en seguridad. No quiero decir que las leyes o la discusión legislativa que está pendiente en el Congreso no sea relevante, pero ya tenemos suficientes leyes aprobadas, hemos actualizado nuestro marco normativo, hemos asignado recursos, y hay que hacer mucha gestión en esta materia”, sostuvo.