La tasa de crecimiento del comercio electrónico en Latinoamérica y el Caribe convierte a la región en una de las más atractivas en el mundo para el desarrollo de nuevas oportunidades de negocios. De acuerdo al estudio E-Readiness in Latin America de Euromonitor, se espera que las ventas en línea alcancen un crecimiento de 13 por ciento anual entre el 2015 y el 2020, mientras que las economías de la región se recuperan.
En el pasado, el comercio electrónico era asociado específicamente con compras por Internet. Sin embargo, hoy en día hay muchos dispositivos que facilitan el comercio y sirven como medios de pagos electrónicos, desde los teléfonos inteligentes o smartphones hasta tabletas, relojes, carros y anillos, entre otros. Todos estos ofrecen a los comercios la oportunidad de descubrir nuevas formas de pago, ya que cuentan con la tecnología Near Field Communication (NFC por sus siglas en inglés), que permite realizar pagos sin contacto. Además, las inversiones en infraestructura, como los hotspots Wi-Fi y el incremento en la velocidad de conexión, aceleran la adopción del uso de nuevas tecnologías.
Este contexto ayuda a estimular el comercio y los pagos electrónicos, especialmente cuando los comercios continúan invirtiendo en plataformas y aplicaciones móviles. Por lo tanto, los negocios que ofrecen distintas formas de pago en varias plataformas digitales, tienen una importante ventaja competitiva por sobre aquellos que no lo hacen.
Visa, compañía de tecnología global que opera la red de pagos electrónicos más grande del mundo, ofrece las siguientes recomendaciones a los comercios:
- Estar donde están sus clientes: Es fundamental introducir innovaciones en pagos digitales para fortalecer la capacidad de ventas y atraer a nuevos consumidores, en particular a los millennials, quienes pasan gran parte de su tiempo en línea y en el móvil.
- Ofrecer una experiencia de venta consistente a sus clientes: Es importante mantener la calidad de la experiencia de compra del consumidor, tanto en las transacciones que ocurren en una tienda física o en línea. Los comercios deben lograr que sus consumidores se sientan igual de seguros y bien atendidos en ambos casos, ofreciendo lo que se conoce como una experiencia omni-canal. Sin embargo, hay que reconocer que el comercio digital requiere de preparación adicional ante posibles fraudes.
- Incorporar herramientas para ofrecer un comercio digital seguro: Los negocios tienen que mantenerse actualizados acerca de las nuevas tecnologías y tendencias para optimizar cada paso en la interacción con el consumidor final. Estas inversiones tendrán como resultado una experiencia de compra más positiva y segura por parte del consumidor, lo cual derivará en interacciones recurrentes, recomendaciones, y más ventas.
- Educar a sus clientes sobre la seguridad de compras en línea: Los consumidores latinoamericanos quieren comprar en línea de forma segura y conveniente y los comercios tienen la oportunidad de destacar qué medidas están tomando para ofrecerles una experiencia segura, así como también compartir tácticas que están aplicando para proteger la información de sus tarjetas de pago.