Entre las reflexiones del sicólogo experto Damián Enríquez es mantener la “normalidad” en cuanto a las responsabilidades y derechos de los menores, como jugar, hacer sus tareas, tener amigos. ¿Y para los padres? No culparse innecesariamente es fundamental.
Cada año, 500 niños menores de 15 años son diagnosticados con cáncer en Chile, una vivencia extremadamente dura para el niño, sus padres y la familia entera. Y en este 15 de febrero, día en que se conmemora mundialmente el Día Internacional del Cáncer Infantil, el director del Hogar Oncológico de María Ayuda, Damián Enríquez, da algunos consejos de cómo sobrellevar esta difícil situación.
Un tema clave es la asociación que existe del cáncer con la muerte. “En estos casos, rara vez un padre o madre está preparado para visualizar la posibilidad que un hijo fallezca antes que ellos. Ante esto, dentro de las principales recomendaciones que se podrían señalar, es que los padres no deben atribuirse culpas innecesarias por la enfermedad de su hijo”, comenta Enríquez, psicólogo de la Universidad del Pacífico y especialista en psico-oncología.
El experto indica que también es importante normalizar la condición de hijo y niño del paciente. “Esto considerando que el tener una enfermedad no lo exime de sus derechos y responsabilidades, como son hacer sus deberes escolares, permitirle jugar y sociabilizar, etc.”.
Sobre la intervención psicológica, explica que en los niños es variable, dependiendo de cómo afronten la enfermedad. “En mi experiencia personal, los niños pequeños a simple vista no manifiestan muchos síntomas psicológicos, presentando principalmente ansiedad por separación e irritabilidad, que suele estar asociada a los tratamientos y algunas conductas regresivas esperables, por lo que la intervención va muchas veces asociadas al afrontamiento del contexto hospitalario y los tratamientos”, plantea.
Frente a eso, el especialista comenta que el juego es un elemento muy importante. “Muchas intervenciones se realizan con los padres, tanto a nivel de psicoeducación como de estrategias parentales, para que puedan abordar de mejor manera algunas conductas esperadas en los niños, pero que los padres no tienen conocimiento de cómo manejarlas”, señala.
CÁNCER EN ADOLESCENTES
En el caso de los adolescentes, el psicólogo explica que la enfermedad tiene mucho más impacto en su identidad que en los niños menores, por lo que pueden manifestarse de manera más visible síntomas de ansiedad y depresión, expresándose en irritabilidad. “También en ellos son más reconocibles las conductas regresivas, pudiendo volverse sobre demandantes de sus padres, lo que provoca mucho desgaste en ellos como cuidadores”, indica.
El aislamiento es otro elemento que se observa en los adolescentes y también hay que prestarle atención. “Si bien es parte del propio proceso del desarrollo del adolescente, en esta enfermedad puede verse intensificado”, dice el experto, quien agrega que en esa etapa ya hay un concepto más concreto y realista de la muerte, lo que lo lleva a confrontarse con temores muy profundos.
“Es por ello que en adolescentes las intervenciones pueden ser más directas, indagando en las preocupaciones, temores, inquietudes, etc., que puedan existir”, concluye Damián Enríquez.
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