La Corte de Apelaciones de Santiago confirmó una multa de 100 UTM, alrededor de 4 millones 600 mil pesos, la que fue aplicada por el Consejo Nacional de Televisión (CNTV) a MEGA, por “vulnerar el proceso de formación de niños y adolescentes”, en el capítulo del matinal “Mucho Gusto” emitido el 4 de abril.
La sanción fue confirmada en fallo unánime por la Segunda Sala del tribunal de alzada, ya que se estimó que “mediante la conducta expresada por los panelistas del programa ‘Mucho Gusto’, efectivamente se ha afectado la formación intelectual y espiritual de la niñez y de la juventud“.
El hecho en cuestión, ocurrió cuando el panelista y ex chico reality, Joaquín Méndez, le tocó el trasero a María José Quintanilla, cuando eran recién pasadas las 8:00 horas, en horario de protección a menores de edad.
En ese sentido, la Corte consideró que se trató de “una conducta que manifiesta de manera inequívoca características sexuales, que importan la vulneración del proceso de formación de los menores”, agregando que “se tiende a normalizar una situación que de modo alguno puede considerarse habitual o normal, toda vez que se lleva a cabo en el contexto de un ambiente laboral, y absolutamente público, entregando un ejemplo conductual”.
A su vez, según informó Cooperativa, MEGA sostuvo que todo se trató de “un juego desprovisto de situaciones negativas” y no de “abuso ni de un acto de violencia” o un acto con “connotación sexual o doble sentido”.
La sanción fue confirmada en fallo unánime por la Segunda Sala del tribunal de alzada, ya que se estimó que “mediante la conducta expresada por los panelistas del programa ‘Mucho Gusto’, efectivamente se ha afectado la formación intelectual y espiritual de la niñez y de la juventud“.
El hecho en cuestión, ocurrió cuando el panelista y ex chico reality, Joaquín Méndez, le tocó el trasero a María José Quintanilla, cuando eran recién pasadas las 8:00 horas, en horario de protección a menores de edad.
En ese sentido, la Corte consideró que se trató de “una conducta que manifiesta de manera inequívoca características sexuales, que importan la vulneración del proceso de formación de los menores”, agregando que “se tiende a normalizar una situación que de modo alguno puede considerarse habitual o normal, toda vez que se lleva a cabo en el contexto de un ambiente laboral, y absolutamente público, entregando un ejemplo conductual”.A su vez, según informó Cooperativa, MEGA sostuvo que todo se trató de “un juego desprovisto de situaciones negativas” y no de “abuso ni de un acto de violencia” o un acto con “connotación sexual o doble sentido”.
