La Segunda Sala del tribunal de alzada ratificó la resolución dictada el 24 de noviembre de 2015, por el ministro en visita extraordinaria Jorge Zepeda, que condenó a Ramón Cáceres Jorquera y Sergio Contreras Mejías a 3 años de presidio, con el beneficio de la remisión condicional de la pena.

La Corte de Apelaciones de Santiago confirmó la sentencia que condenó a dos oficiales en retiro de la Fuerza Aérea de Chile (FACh), por su responsabilidad en el delito de aplicación de tormentos reiterados al ex ministro del Interior y Defensa, José Tohá González, ilícito perpetrado entre el 2 de febrero y el 15 de marzo de 1974.

La Segunda Sala del tribunal de alzada ratificó la resolución dictada el 24 de noviembre de 2015, por el ministro en visita extraordinaria Jorge Zepeda, que condenó a Ramón Cáceres Jorquera y Sergio Contreras Mejías a 3 años de presidio, con el beneficio de la remisión condicional de la pena.

En la etapa de investigación, el ministro Zepeda logró establecer que el ex secretario de Estado del expresidente Salvador Allende fue sometido a múltiples apremios durante su reclusión en Isla Dawson y su permanencia en el Hospital Militar.

Según el fallo de la justicia, Tohá mientras estuvo privado de libertad sufrió por parte del Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea “tratos crueles y degradantes, ejecutados con el propósito de dañar su integridad física y psíquica”.

APREMIOS ILEGÍTIMOS

El dictamen también indicó que pese a encontrarse en un delicado estado de salud, Tohá fue víctima de apremios ilegítimos con el propósito de “recabar información e infundir miedo”, en el ex jefe de gabinete de Allende, como parte de una política de Estado aplicada a los opositores de la dictadura.

“Con el propósito de doblegar su voluntad le dan un trato indigno (…), pues, lo interrogan duramente no obstante el delicado estado de salud, empleando en su contra presiones físicas y psíquicas (…) con el solo objeto de infundirle temor, y, atribuirle imputaciones falsas respecto de hechos que afectaban su honra y dignidad”, afirmó la sentencia.

Finalmente, el texto legal sostuvo que el día de su muerte en el Hospital Militar, el ex ministro de Defensa del gobierno de la Unidad Popular, se encontraba incomunicado “en suspensión incompleta, apoyado sobre una de las repisas del closet de la habitación, con sus pies flectados sobre el piso y su cuello unido por un cinturón a un soporte, consistente en una cañería del agua potable”.