Ese cuadro sicomotriz encaja perfectamente con la situación que vivía en ese momento el compositor y cantante, quien padecía una cirrosis hepática de tal gravedad que ya requería un trasplante de hígado, para el que se estaba preparando absteniéndose de beber alcohol, adicción que le generó la patología que este martes quedó atrás con la cirugía que se le practicó.
Así lo explicó el hepatólogo tratante del artista, Javier Brahm, al señalar que lo que se apreció en la conducta de Henríquez en ambas presentaciones de la agrupación fueron los efectos propios de la encefalopatía hepática (EH) que le provocó el mal estado del órgano encargado de limpiar las toxinas que desecha el cuerpo a través de la sangre.
De manera muy ilustrativa, el facultativo explicó a LUN que la EH “es un trastorno neurosiquiátrico que tiene diferentes manifestaciones que van desde la somnolencia, inversión del ritmo del sueño-vigilia, alteraciones de conciencia, del carácter, del humor, del genio, hasta lo que se llama coma hepático”.
Recalcó que se produce porque las funciones del hígado comienzan a fallar, como limpiar las toxinas que produce el organismo. “Cuando el órgano está dañado no limpia estas sustancias. Una de ellas es el amonio que llega a la sangre y se va al cerebro produciendo una intoxicación”.
Fue ese cuadro el que precisamente –asegura el médico- afectó al artista el 19 y 20 de enero pasado. “Seguro ciento por ciento. Sin duda esos eventos fueron una expresión de su encefalopatía en toda su dimensión, demostrada en su impedimento de movilizarse normalmente, hablar como siempre y desenvolverse bien”.
“Hubo distintas interpretaciones sobre que él estuvo drogado, que el alcohol, que la fiesta, que lo otro, sin embargo, nosotros tenemos la certeza de que él estaba en abstinencia”, sentenció Brahm, añadiendo que este cuadro se cura una vez que el trasplante de realiza porque el órgano que lo reemplaza está en buenas condiciones.
https://lanacion.cl/2018/05/02/lider-de-los-tres-fue-trasplantado-de-higado-de-urgencia/