Se trata del Colegio Alemán de Puerto Varas, Región de Los Lagos, que según el fallo de la Corte Suprema, transgredió la Ley Antidiscriminación o Ley Zamudio que vela por el respeto, la tolerancia y la no discriminación.
Con este fallo, pionero en la aplicación de la normativa en un recinto educacional, estableciendo que éste discriminó arbitrariamente al menor de edad por su condición especial argumentando razones técnico pedagógicas y que no se ajustaba al proyecto educativo.
Por ello, deberá pagar una multa de 10 UTM ($476.810), marcando un hecho que sienta un precedente para que otras personas que han pasado por tal situación se atrevan a denunciar y que otros colegios repitan esas acciones discriminatorias.
Este se basó además en diversos tratados internacionales de Derechos Humanos, en particular de la Convención de las Naciones Unidas Sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y en la Convención Interamericana para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Personas con Discapacidad.
El resultado de esta demanda y su sentencia que pone fin a un proceso de dos años ,contribuirá a que “los colegios aprendan a no discriminar y se den cuenta que son instituciones sociales que deben formar a personas para un mundo mejor, más humano e inclusivo”, expresó el padre del niño, José Luis García-Huidobro.
Añadió que este hito “ayuda a que nuestros hijos aprendan que hay que luchar por los atropellos a las personas, ayuda a entender que vivimos en una sociedad egoísta, centrada en unos ‘valores’ que no todos compartimos y que a través de algunos los colegios se intentan imponer segregando a las personas, especialmente en los colegios de ‘elite’ de este macabro país que estamos construyendo, pero que debemos cambiar”.
Para la madre del alumno, Susana Reidel, esta sentencia “ayuda a palear en alguna medida todo el daño que se nos ha causado como familia. Esperamos de corazón que ayude a que cada vez sean menos los que discriminan a niños y niñas con cualquier discapacidad”.
La demanda fue interpuesta por el abogado Jaime Madariaga, quien señaló que “es la Corte Suprema la que sienta una importante y clara jurisprudencia en contra de la discriminación, con la particular relevancia de que se refiere a una materia tan sensible como es la educación de los niños y niñas con necesidades educativas especiales”.
Agregó que este fallo “se trata de algo tan simple, pero a veces tan difícil a la vez: que a las personas con discapacidad se les trate con la misma dignidad que a todos los seres humanos. Ni más ni menos”.