Películas como “El Exorcista”, cómics, la literatura de Poe y Lovecraft adentraron al periodista Eduardo Córdova Ortiz desde que era niño en el género del terror.
“El terror para mí es una forma discursiva, por lo que se pliega a otros géneros y por ende la siento como inagotable. Además esa forma de escribir oscura, incluso satírica y hasta gótica, me compromete absolutamente. Siempre voy a estar creando a partir de ‘lo oscuro y lo olvidado’ como dice Guillermo del Toro, siempre voy a estar incursionando en lo extraño, incluso en la no ficción. Es en ese terreno donde escribir me hace feliz”, remarca el también periodista de La Nación digital.
“Condéname cariño, diez cuentos de terror en Santiago”, de editorial Nass Papier, su primer libro de cuentos como único autor, da cuenta precisamente de su profundo interés por este tipo de literatura. La obra, de 116 páginas, comprende relatos que llevan a recorrer la ciudad Santiago, su urbanidad, la marginalidad, en el marco de una actualización de las leyendas y mitos nacionales.
Entre los protagonistas de estos cuentos hay un policía de lo paranormal, un brujo en decadencia, un monstruo que no puede escapar de sus infames recuerdos, una gitana en llamas, un torturador retirado siendo atormentado por una criatura, un ojo en la montaña que mira cada madrugada la ciudad; hay cinco cartas de un asesino serial, hay un ermitaño en un cerro, un diablo de la tirana que jamás se quita su máscara, un misterioso viejo que pide un favor en medio de la noche, una bella mujer arriba de un descapotable, y una vecina presenciando un masivo y terrible velorio.
Todos los relatos configuran un Santiago macabro donde el infierno es construido por cada uno de sus personajes y por ello inevitablemente compartido. La invitación es clara: incomodarse, pero sentirse estimulado con cada relato.
Eduardo Córdova se tituló como periodista en la Universidad Central de Chile (2020). En la actualidad cursa el Magíster en Escritura Narrativa en la Universidad Alberto Hurtado, donde se encuentra trabajando en un libro sobre cómic chileno.
“EN CHILE SE CONSUME MUCHÍSIMO TERROR”
Cuándo comenzaste a hurgar en el género del terror, ¿influyeron tus lecturas de niño?
-Llego al terror mediante el cine, tras ver “El Exorcista”, “It”, la antigua, y también “Los otros” de Alejandro Amenábar. El hecho de ser de una generación que convivió con la televisión desde temprano y luego con Internet, llegué al terror por distintos medios, aunque fue fundamental para mí leer el cómic “The Crow” cuando era apenas un preadolescente. Toda esa estética oscura, llena de “poesía malsana” como dice la obra, también fueron fundamentales. Mi contacto con la literatura de terror fue primero mediante cómic, el cine, y ya un poco más grande con la literatura de Poe y Lovecraft, literatura de la cual soy fan: la estudio y también la disfruto.
Estos 10 cuentos, ¿son una recopilación de tu trabajo de cuántos años?
-He escrito estos cuentos durante casi 7 años. Algunos eso sí salieron más rápido, otros han sido un verdadero desafío. Aprendí técnicas narrativas, apliqué modos literarios mediante varios de estos cuentos. Y creo que eso sucede cuando uno se toma en serio escribir. Roberto Bolaño decía que la carrera de un escritor es ir aprendiendo técnicas e ir dejándolas de lado, y eso que va quedando en ese aprendizaje, es lo que llamamos obra.
¿Quiénes son en este sentido tus mentores?
-Puede sonar raro, pero mis mentores son primero una banda, mi banda favorita: Black Sabbath. La música es muy importante para mí. Esta misma banda saca su nombre de una película de terror de Mario Bava, y yo a su vez me inspiré en su obra musical. Incluso, siento que también un referente sumamente importante para mí es Guillermo del Toro, que define su estética como trabajar con “lo oscuro y olvidado”, frase que también define creo yo mi estilo. Y más actualmente, lo que me sigue inspirando son Neil Gaiman, Alan Moore, Alberto Chimal, Mariana Enríquez, María Fernanda Ampuero, por supuesto, y sobre todo, Pedro Lemebel, por toda esa cuestión preciosista pero llena de un realismo sucio.
¿El género del terror sigue atrayendo hoy, atrapa a lectores?
-De todas maneras. De hecho, en Chile, se consume muchísimo terror. Siempre en el top cinco de películas más vistas del año hay de terror. Sucede que la producción de terror local en todas sus áreas es baja en comparación al consumo, pero el terror siempre encanta en este país, porque el terror es complejo, nos gusta incomodarnos, tiene también elementos prohibitivos que siempre nos atraen, nos lleva a los callejones oscuros que siempre nos da miedo mirar pero que también nos despierta curiosidad. Chile es un país llano para escribir terror; hay traumas locales, hay mitos locales; luchamos constantemente por mantener un status quo, una normalidad simulada, pero estamos siempre al borde del pánico, del decaimiento social. No por nada tenemos tan altas tasas de suicidios. El terror creo que es lo que nos mantiene vivos y por eso es una forma discursiva que nunca se agota y que siempre gusta.
¿Seguirás incursionando en este género?
-De todas maneras. El terror para mí es una forma discursiva, por lo que se pliega a otros géneros y por ende la siento como inagotable. Además esa forma de escribir oscura, incluso satírica y hasta gótica, me compromete absolutamente. Siempre voy a estar creando a partir de “lo oscuro y lo olvidado” como dice Guillermo del Toro, siempre voy a estar incursionando en lo extraño, incluso en la no ficción. Es en ese terreno donde escribir me hace feliz.
Lo último. ¿De dónde nace el título “condéname cariño”?
– El título nace de un cuento que está incorporado en libro, donde se habla de un amor condenado, de corrupción, de una policía paranormal y de vidas destinadas al decaimiento. El título es intencionalmente contra intuitivo, muy en el marco de lo que hizo Pedro Lemebel con “Tengo miedo torero”, que es un título bien romanticón pero que el fondo aborda una historia noir en dictadura. O sea, el telón de fondo es brutal pero el hilo conductor es bien romántico. Intento, patudamente, jugar también con eso, porque además me aburren los títulos en su concepción efectivistas o demasiado predictivos.
COORDENADAS
“Condéname cariño, diez cuentos de terror en Santiago” será lanzado este viernes 26 de enero, a las 18 horas, en Espacio Forestal, Merced 76, Metro Baquedano.
Los presentadores serán Jaime Coloma, Jesús Diamantino y Carlos Reyes.