Se argumentó que esta última “aparece como gratuita, carente de reflexiones fácticas y jurídicas”, no cumpliendo con los requisitos necesarios para acusar a Helmar Rosenberg y Sergio González.
Así lo manifestó en el recurso el abogado Pedro Doren Swett, representante de ambos médicos, consignado este sábado en la edición Economía y Negocios de Emol.
“No existe un homicidio en el que se haya podido participar. La sentencia no pudo demostrar que el señor Frei falleciera por una acción de terceros dirigida a envenenarlo. Sin embargo, condena a tres personas como autores y a una cuarta como cómplice de un homicidio del señor Frei causado mediante intervenciones quirúrgicas realizadas deficientemente con dolo de matar”, remarca.
Doren recordó que cuando falleció Frei Montalva, en enero de 1982 nadie pensó en la posibilidad de que lo pudieran haber asesinado y que recién el año 2000 Carmen Frei hizo pública su sospecha. De modo que cuando el doctor Roberto Barahona les pidió a sus representados que fueran a embalsamar los restos del expresidente a la Clínica Santa María, “sólo podían pensar que había fallecido por causas naturales“. Mal, entonces, podían ser “encubridores” de un homicidio.
Acota que la “decisión de condenar por encubrimiento aparece como totalmente gratuita, carente de reflexiones fácticas y jurídicas que la sostengan”. Indica que la acción de ambos médicos “se trató de un comportamiento inspirado por un sentido humanitario y de solidaridad social, realizado desinteresadamente y en la mejor forma posible según las circunstancias”.
La defensa de los médicos afirma que “no se da el requisito del encubrimiento, cual es el conocimiento de la perpetración de un crimen o simple delito de los actos para llevarlo a cabo”.
Describe que “vieron ante sí el cadáver del señor Frei encontrando el cuerpo en muy malas condiciones. Sólo podían pensar que había fallecido por causas naturales”.
El abogado defensor recuerda que en la sentencia de Madrid se declaró no probado un envenenamiento de Frei como causa de muerte, “desarrollándose la novedosa tesis de que dicha causa estuvo en cirugías realizadas tardías y defectuosamente con la intención de matar al paciente”.
Tampoco, sostiene, se ocultaron pruebas, al contrario, se facilitó la investigación del tribunal. Por lo que la defensa pide que se tenga por interpuesto el recurso de casación en la forma en contra de la sentencia, y que la Corte de Apelaciones declare la nulidad de la sentencia recurrida. “Y que para acto continuo y sin nueva vista de causa, dicte sentencia de reemplazo en la que declare que se absuelve de las acusaciones a los doctores Rosenberg y González”.