Más de 15 mil personas en total disfrutaron de las tres jornadas de música del mayor evento del género a nivel nacional, donde brilló el saxofonista estadounidense Donald Harrison y se realizó un homenaje al chileno Alfredo Espinoza.

Con un homenaje al jazzista chileno Alfredo Espinoza de la mano del saxofonista Zhenya Strigalev, junto al Ensamble Quintessence y la previa actuación de Diego Urbano, terminó el Festival de Jazz de Providencia.

Fueron más de 15 mil personas las que disfrutaron de lo mejor del jazz mundial en las tres noches de espectáculo, que tuvieron como principal característica el acceso gratuito a las personas y la alta calidad de las presentaciones, desde la euforia que provocó el saxofonista Donald Harrison hasta la reflexión de Diego Urbano trío.

Además del escenario principal, en el Parque de las Esculturas, donde cada noche 2500 asistentes disfrutaron de la música, también hubo un similar número de personas ubicadas en la ribera sur del río Mapocho, donde se dispuso de pantallas gigantes y sonido.

“Apostamos a la gratuidad para eso, la diversidad, insistimos en reforzar el concepto de la democratización de los espacios públicos y del acceso a la cultura, y hoy vemos los resultados”, dijo al respecto la alcaldesa Josefa Errázuriz.

El éxito del certamen se enmarcó también en la sorpresa de los números estelares asistentes a la fiesta. “Este público es increíble, no me esperaba lo que vi y fue un concierto maravilloso”, dijo Rudresh Mahanthappa, el número de cierre de la primera noche, ganador de numerosos premios el 2016, que fue precedido por el dulce caudal de voz de Natalia Ramírez y su banda cargada al estándar del jazz.

La segunda noche Mario Feito trío invitó a la introspección evocando también a Violeta Parra y una fusión docta y latinoamericana. El cierre de las jornadas vino de la mano del ruso Zhenya Strigalev y los chilenos de Quintessence con un homenaje al fallecido Alfredo Espinoza.

“No nos sorprende, pero si nos conmueve ver como dan buenos resultados las instancias gratuitas de un género que puede parecer desconocido para el público común, pero que cuando tiene acceso a este tipo de espectáculos, lo valora y disfruta cómo el más entendido de los melómanos”, reflexionó María Fernanda García Directora de la Fundación Cultural de Providencia.