La Municipalidad de la comuna de Colchane, en la Región de Tarapacá, denunció el martes que nuevamente cientos de migrantes se encuentran varados en la localidad.

Los migrantes, están esperando a ser trasladados hasta Iquique para cumplir la cuarentena preventiva en el albergue transitorio dispuesto en el ExEstadio Cavancha.

En tanto, un grupo de extranjeros también indicó que han debido pernoctar, incluso, durante una semana a la intemperie en la comuna debido a que se está priorizando el traslado de mujeres y niños hasta la capital regional de Tarapacá.

Javier García, alcalde de Colchane, habló de la situación que se vive en su comuna, indicando que como comunidad se sienten en un “abandono extremo” por parte del Gobierno.

En conversación con Radiograma, García apuntó que el fenómeno migratorio se ha extendido en el tiempo, explicando que “en estos último días hemos visto un aumento significativo de migrantes que han ingresado sin ninguna dificultad, pese a que la frontera está militarizada”.

“Lamentablemente, la acción del Ejército ha sido más de visualizar y de prestar ayuda humanitaria para el ingreso de inmigrantes de manera indiscriminada”, añadió la autoridad comunal.

Ejemplo de ello, expuso, son las “denuncias que se han hecho, como también pobladores que han sufrido robos, saqueos de sus casas, funcionarios municipales afectados por esta situación. Lamentablemente, Colchane es un pueblo que tiene no más de trescientos habitantes y hoy día vimos en la espera -digamos- al frontis de la Comisaría del Colchane al menos 250 migrantes”.

Además, afirmó que la militarización de la zona no ha otorgado soluciones, asegurando que el Ejército está ejerciendo un “control, un hostigamiento constante a los pobladores de Colchane, quienes ven afectada su vida normal, ya que se les controla en sus movimientos, en sus pastoreos, pero lamentablemente pareciera estar cumpliendo una función más decorativa respecto al control de inmigrantes que -a la luz de todo- están ingresando por el costado del Ejército sin ninguna dificultad”

Actualmente, Iquique tiene copado los espacios públicos como plazas, parques y playas. Sumado a ello, en el terminal de buses hay decenas de migrantes buscando viajar al sur del país.

En las carreteras se ven cientos de migrantes caminando y pidiendo ayuda humanitaria.

Esta segunda ola migratoria no se ha detenido y ha ido aumentando debido al ingreso por pasos no habilitados.

Más de 200 personas pasarían por estas ciudades, situación que se ve agravada por el Covid-19.