A solo días de la Prueba de Selección Universitaria (PSU), una de las interrogantes más comunes de los estudiantes es qué hacer los días previos.
Para esto, la directora de la carrera de Pedagogía en Educación Diferencial de la Andrés Bello, Carola Quinteros, entrega algunos consejos para aliviar la ansiedad antes de la prueba.
– Reduce los horarios e intensidad de preparación.– Respeta las horas de sueño. Con esta medida, el cuerpo puede recuperar energías durante la noche de la manera más adecuada.
– No estudies nada nuevo. Durante estos días previos a la prueba, solo se recomienda repasar contenidos que ya fueron estudiados a conciencia.
– Si revisas nueva materia ad portas de rendir una evaluación, genera más ansiedad y confusión cuando no hay tiempo de estudiarlos en profundidad.
– Distraerse también es importante. Asigna tiempos a actividades recreativas, de manera tal que puedan despejarse y liberar las ansiedades que puede producirte esta prueba.
Por otra parte, la psicóloga y académica de la Facultad de Ciencias de la Educación, Daniela Muñoz, explica que cuando un estudiante siente demasiada ansiedad, se puede deber a la existencia de expectativas extremadamente altas de los efectos que pueden traer los resultados de la prueba, junto al temor y la baja tolerancia al fracaso.
Ante esto, destaca la importancia de que el entorno colabore bajando la relevancia de esta instancia y descartando los mitos que existen en relación al fracaso en la PSU.
“Es contraproducente que los mismos adultos potencien y validen los temores que presenta un joven. Siempre debemos aclarar que rendir esta evaluación es parte de los hitos propios de la transición a la adultez, pero no paralizan la vida de una persona”, afirma la experta.
La ansiedad se vincula con síntomas de preocupación asociados a síntomas somáticos, tal como explica Muñoz. Sin embargo, en ocasiones sólo se identifican los síntomas somáticos como dolor de cabeza, tensión en la espalda y cuello, molestias estomacales, reflujo, entre otros.
Cuando esto ocurre, lo importante es “identificar el origen de estos síntomas corporales para lograr hacer algo al respecto, es decir, identificar, cuál es exactamente la preocupación o temor asociado a cada síntoma, ya que muchas veces, los temores están asociados a fantasías y, una vez que aclaramos esa fantasía con la realidad, el síntoma desaparece”.