Para muchos aficionados o profesionales de la fotografía, uno de los principales retos al momento de capturar imágenes, es saber y aprovechar bien la luz natural del día.
Como todos sabemos, el día, sus diferentes horarios y su clima, entregan distintas tonalidades de luz, que si se usan bien, pueden entregar a la fotografía un efecto mucho más real, suave y atractivo a la vista.
En la fotografía, es clave tener una buena captura de luz y la mejor manera de aprender a utilizar la iluminación natural es saber reconocerla. Para lograrlo se debe salir a diferentes horas del día, ver la luz y conocer su forma, es decir, en qué dirección y de qué manera el brillo afecta a los objetos o personas en esos momentos. De esta manera, se puede detectar las mejores posturas para que no haya incómodas sombras debajo de los ojos de tus modelos, o se pierdan características claves de tus objetos que queden ocultos por la poca exposición.
También, hay que considerar que la luz del día cambia con el horario, la luz es más cálida al amanecer y al atardecer, conocida también, como la luz dorada, sin embargo, es mucho más fresca o neutral al mediodía, todo depende de la estética que se quiera a las fotografías.
Las imágenes capturadas en el atardecer y amanecer son a menudo espectacularmente bellas en persona, pero esto no siempre se traduce bien en una imagen. Es por esto, que, al momento de sacar fotografías en la hora de la luz dorada, debemos asegurar el balance de blancos y que la saturación del color no sea demasiada. Al fotografiar una persona, con los primeros rayos del sol de forma directa en el sujeto, se eliminarán las arrugas, ojeras y granitos de piel, ya que, al llegarle directamente la luz en el rostro, contribuye a que el sujeto tenga un aspecto más sano gracias al rebote de la luz del sol.
Ahora, si se va a fotografiar en interiores, se debe considerar que la luz natural se encuentra en menor intensidad que si se fotografía en exterior, es por esto que tomar fotografías cerca de una ventana es una opción. La luz que atraviesa las ventanas, da como resultado en una fotografía, una iluminación muy dura, con contraste y con carácter, en la cual debes controlar las sombras con un reflector o flash de relleno, así obtendrás un resultado espectacular.
Según Rodrigo Fierro, Product Manager de Panasonic, “las mejores fotografías son capturadas una hora después del amanecer y una hora antes del atardecer, ya que las sombras son más largas que el resto del día y la luz se caracteriza por ser mucho más cálida y profunda dándole a las imágenes un aspecto suave y agradable”
En definitiva, es recomendable tomar fotografías utilizando una luz suave si fotografías en exterior o una luz dura y con carácter, si realizas capturas en interior, todo depende del tipo de fotos y el ambiente que se quiera crear por medio de ellas.