En los pasados tres años, cuatro huracanes tocaron tierra o rozaron Florida, luego de que este estado del sureste pasara diez años sin ver de cerca uno de estas tormentas.
Por esto no se puede bajar la guardia. “Hay que prepararse cada año”, dijo a la AFP Ken Graham, director del Centro Nacional de Huracanes, en la sede de la institución en Miami.
Según el meteorólogo, la frecuencia de las últimas tormentas consigue que el público tome mayores precauciones, como aprovisionarse de agua, comida y medicamentos, cautelas que suelen abandonarse a medida que el recuerdo se aleja.
“Está fresco en las mentes y hay una mayor preparación (…), pero es estresante también porque la gente acaba de pasar por esto, y da miedo”, dijo.
En 2016, Hermine fue el primer huracán en tocar tierra de Florida en 10 años. Le siguió Matthew, que rozó el noreste. El año siguiente, Irma destrozó los cayos del sur y, el año pasado, Michael devastó el norte. Los dos últimos causaron la mayor destrucción.
Otras regiones también han sufrido particularmente en los últimos años. En 2017, Harvey devastó amplias zonas de Texas y María arrasó con Dominica, Barbuda y Puerto Rico. Luego, el año pasado, Florence se ensañó contra las Carolinas.
Todas estas regiones aún están batallando para recuperarse económicamente de los destrozos.
“Si algo hemos aprendido en los últimos años es que tenemos que estar preparados”, dijo Daniel Kaniewski, de la agencia federal de emergencias FEMA.
La temporada de huracanes del Atlántico Norte va del 1 de junio al 30 de noviembre. No obstante, la tormenta subtropical Andrea se adelantó a esta formalidad al formarse brevemente en mayo en el Caribe.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció una semana de exención de impuestos para todos los productos que suelen necesitarse al preparar las provisiones en caso de emergencia, como por ejemplo baterías, linternas, radios, agua, medicinas, alimentos y generadores.
“Esta feria fiscal es una oportunidad perfecta para que los floridanos obtengan suministros esenciales”, dijo DeSantis.