Esta semana se inicia el período en que los candidatos inscritos en el SERVEL pueden empezar a desarrollar sus campañas en propiedad. Esto significa echar andar una estrategia comunicacional que debe ser efectiva y permanecer en el tiempo. Junto a ello requiere de un diseño apropiado de tareas planificadas y de aportar un dato de novedad que les permita diferenciarse del resto de los competidores.
La tarea no se presenta fácil debido al cambio que se ha efectuado en la ley de representación parlamentaria. El hecho de que actualmente sean los porcentajes reales de votación los que permitan el acceso al escaño de ambas cámaras, ha aumentado notablemente el número de candidatos y de esta forma los futuros representantes deben lograr una identidad que se sostenga hasta la decisión en la urna de votación.
Tampoco lo simplifica el diseño que los distritos han sufrido, en algunos casos con cambios dramáticos, en otros, prácticamente en nada. Se entiende que en este proceso de diseño han operado acuerdos de los distintos bloques para lograr quizás hipotéticas ventajas. Sin embargo, el paulatino proceso de desgaste y envejecimiento natural de los candidatos, más la pérdida progresiva de votos partidarios y las últimas tempestades judiciales, han determinado una sostenida falta de interés hacia históricos representantes.
Surgen entonces opciones de renovación que se agradecen sólo por el hecho de que aporten visiones alternativas. Pero, más allá de esto, el verdadero cambio tiene un carácter concreto y este es comunicacional: el desafío mayor es cómo lograr una identidad y a la vez una diferenciación aún dentro del mismo conglomerado.
Por un lado, está la necesidad de contar con información clara y accesible de sus propuestas, esto es de políticas, programas y proyectos que efectivamente tengan una viabilidad y una necesidad real en la población. Por otro, el requisito de ser candidatos idóneos, es decir, tener el capital cultural y social que les permita ser un aporte en las tareas propias del cargo. Esto no significa una profesión o especialización específica, sino una construcción personal que los habilite como representantes.
No se pueden anticipar resultados sobre la métrica de las anteriores elecciones, no se puede porque el escenario ha cambiado de forma drástica y porque el factor del porcentaje de votos emitidos ha disminuido progresivamente a lo largo del último tiempo. Entonces, sigue siendo un problema comunicacional y de idoneidad.
*Rodrigo García es Académico de la Escuela de Diseño, de la Facultad de Arte, Diseño y Arquitectura, U. Diego Portales.