El juicio de Alec Baldwin por homicidio involuntario debido al fatal disparo en el set de rodaje de “Rust” comienza este martes en Estados Unidos, con la selección del jurado que decidirá la culpabilidad o inocencia del actor respecto a la muerte de la directora de fotografía Halyna Hutchins.

Durante el ensayo de una escena en Nuevo México, Baldwin apuntaba un arma de utilería hacia Hutchins cuando disparó una bala real, causándole la muerte e hiriendo al director de la película de vaqueros.

Baldwin, de 66 años, afirmó que no sabía que el arma estaba cargada y que no apretó el gatillo.

La fiscalía sostiene que Baldwin actuó de manera irresponsable en el set y que ha cambiado repetidamente su versión de los hechos desde el trágico incidente del 21 de octubre de 2021.

A pesar de los intentos de la defensa de Baldwin para descartar el caso, el juicio avanzó hacia la selección del jurado, concluyendo este mismo martes.

Se anticipa que la presentación de los argumentos de apertura se realice el miércoles, con un juicio que se espera dure alrededor de diez días.

La historia ha captado atención global debido a la prominencia de Baldwin y la rareza de muertes en sets de filmación en la rigurosa industria cinematográfica estadounidense.

Las opiniones están divididas: algunos ven a Baldwin como víctima, argumentando que desconocía que el arma tenía munición real, mientras que otros lo responsabilizan por presunta negligencia.

“Ver la conducta del señor Baldwin en el set de ‘Rust’ es ver a un hombre que no controla en absoluto sus propias emociones y no tiene ninguna preocupación por cómo su conducta afecta a quienes le rodean”, dijo la fiscal especial del caso, Kari Morrissey.

Si es hallado culpable, Baldwin enfrenta una pena máxima de 18 meses de cárcel.

La seguridad en los sets de filmación ha sido un tema central tras el trágico incidente ocurrido durante un ensayo de “Rust” en el Rancho Bonanza Creek, cerca de Santa Fe, donde Hutchins perdió la vida.

Baldwin argumenta que se le aseguró que el revólver estaba descargado (“frío”) y que como actor no le correspondía verificar esa condición de seguridad.

El juicio también ha puesto bajo escrutinio la supervisión y las responsabilidades de producción, ya que Baldwin también era productor de la película.

La defensa de Baldwin obtuvo una pequeña victoria cuando la jueza descartó usar sus roles adicionales en la producción como un factor incriminatorio.

Sin embargo, la decisión de llevar el caso a juicio representa un desafío significativo para la defensa, que ha enfrentado múltiples obstáculos legales en su intento por evitar el juicio, incluyendo cuestionamientos sobre la integridad del arma durante las pruebas del FBI.

La jueza decidió continuar con el proceso legal a pesar de estos argumentos.