Sin mayores incidentes comenzó este miércoles, en los consultorios del país, el paro de 72 horas anunciado por la Confederación Nacional de Salud Municipal (Confusam), tras no llegar a un acuerdo con el Gobierno por los reajustes salariales del sector.
Esta mañana se registró escasa afluencia de público a estos centros de atención primaria de la salud, debido a que los usuarios ya estaban informados, pero de todas maneras se implementaron turnos éticos por parte de los organizadores de la paralización.
“Este paro es contra el Gobierno, no contra la gente, razón por la cual haremos nuestro mayor esfuerzo para garantizar funcionamiento de turnos éticos que en cada Cesfam y consultorio del país atienda demandas que son impostergables”, dijo ayer Esteban Maturana, presidente de la Confusam.
Los trabajadores de la salud pública acusan que las respuestas al petitorio que le entregaron al Gobierno el pasado 4 de agosto, en el que exigieron un reajuste salarial y otros beneficios, son “insatisfactorios”.
La organización pidió un reajuste salarial de un 4,2%, que inicialmente era de un 6%, sin embargo, el Ministerio de Hacienda ofreció un 2,1%, que tras negociaciones con los trabajadores, aumentó en un 0,3%, lo que fue considerado como una subida “mísera”.
Esta mañana se registró escasa afluencia de público a estos centros de atención primaria de la salud, debido a que los usuarios ya estaban informados, pero de todas maneras se implementaron turnos éticos por parte de los organizadores de la paralización.
“Este paro es contra el Gobierno, no contra la gente, razón por la cual haremos nuestro mayor esfuerzo para garantizar funcionamiento de turnos éticos que en cada Cesfam y consultorio del país atienda demandas que son impostergables”, dijo ayer Esteban Maturana, presidente de la Confusam.
Los trabajadores de la salud pública acusan que las respuestas al petitorio que le entregaron al Gobierno el pasado 4 de agosto, en el que exigieron un reajuste salarial y otros beneficios, son “insatisfactorios”.
La organización pidió un reajuste salarial de un 4,2%, que inicialmente era de un 6%, sin embargo, el Ministerio de Hacienda ofreció un 2,1%, que tras negociaciones con los trabajadores, aumentó en un 0,3%, lo que fue considerado como una subida “mísera”.
