La polémica sobre el consumo de alcohol al interior de buques de la Armada volvió a encenderse en los últimos días luego de la contralora subrogante, Dorothy Pérez, aclarara que la ingesta de este tipo de bebidas “no se encuentra absolutamente prohibida, sino que están supeditadas a contar con la autorización de la autoridad correspondiente“.

En una entrevista publicada este lunes por El Mercurio de Valparaíso, el comandante en jefe de la Armada, almirante Enrique Larrañaga, valoró esta precisión y afirmó que “eso es lo que hacemos nosotros históricamente, de manera que este complemento al fallo solamente viene a poner en relieve que lo que hacemos y lo que se hace está correctamente de acuerdo a nuestra reglamentación y a nuestra ordenanza y de acuerdo con todos los protocolos que existen en este tipo de casos”.

Con fecha 20 de enero de 2017, la Contraloría había emitido un dictamen firmado por el contralor general de la República, Jorge Bermúdez, tras una presentación del diputado Hugo Gutiérrez (PC), quien solicitó que se investigara la eventual responsabilidad administrativa de los funcionarios de la Armada en el consumo de alcohol al interior del submarino SS-21 “Simpson”, apostado en el puerto de Iquique, en noviembre de 2015. En aquella oportunidad, el organismo estableció que “es falta gravísima introducir o tener bebidas alcohólicas en unidades o reparticiones sin autorización” y que “tal conducta está expresamente prohibida”.

Sin embargo, Larrañaga recalcó que “la marina tiene una reglamentación por muchos años con respecto al consumo de alcohol a bordo y en tierra, y ésa es la que venimos cumpliendo rigurosamente”.

Además, puso como ejemplo el caso de la Esmeralda, argumentando que es “un buque que hace representaciones en el extranjero y ofrece recepciones a los embajadores, a las autoridades de los países que visita y, consecuentemente, una recepción para promover el pisco sour nacional, los vinos nacionales”, lo que “tiene que ser con trago que lleve el buque a bordo”. “Ahí no vamos a cambiar nada, ninguna modificación”, sentenció.

CASO DE VOYERISMO

En cuanto al caso de voyerismo que afecta a la Esmeralda, donde un suboficial en estado de ebriedad grabó a al menos una de sus compañeras con su torso desnudo, Larrañaga aseguró que “no tenemos más antecedentes” ya que la investigación “está en etapa de sumario”, recordando que la Fiscalía Naval “es totalmente autónoma con respecto a la marina para efecto de todos estos trabajos”.

De todas formas, expresó que la Armada “ha tomado todas las medidas que le corresponde”. “En primer lugar, dar de baja al personal que tomó estas fotografías; lo segundo es que dispusimos revisar los procesos de instrucción en las escuelas matrices de manera de profundizar los conceptos valóricos y de ética; y lo tercero es mejorar las medidas de control al interior de las unidades y reparticiones para que cosas como éstas no se repitan”, detalló.

Por último, Larrañaga dijo que “yo quiero ser enfático en que la marina no tolera este tipo de actos” y agregó que “si lamentablemente en el futuro tenemos alguna cosa equivalente, la resolución va a ser siempre la misma: ese hombre no puede permanecer en las filas de la institución”.