Con un diverso abanico de exigencias y reclamos, los promotores del llamado “paro nacional” hicieron un balance positivo de una jornada que se desarrolló mayoritariamente de forma pacífica, pero culminó con enfrentamientos entre manifestantes y policías en varias ciudades.
En la noche se escucharon estruendosos cacerolazos, inusuales en Colombia, que se prolongaron por más de dos horas en sectores de Bogotá, Cali y Medellín.
“Ganó Colombia en esta jornada histórica de movilización ciudadana”, indicó en un comunicado el Comité Nacional del Paro, que reúne a centrales obreras, sindicatos, organizaciones campesinas, universitarios y partidos opositores.
Los organizadores solicitaron una reunión “inmediata” con Duque para debatir lineamientos políticos, económicos, sociales y de seguridad que motivaron la protesta.
“Llamamos a toda la ciudadanía a estar prestos a desarrollar nuevas acciones en la calle si el gobierno nacional mantiene la desatención a los reclamos”, agregaron.
Cuatro voceros de organizaciones convocantes aseguraron a AFP que más de un millón de personas se manifestaron en todo el país. El balance oficial los estimó en cerca de 207.000 en el “pico más alto” de la jornada.
“ESTAMOS ESCUCHANDO”
Duque, que reconoce la legitimidad de algunos reclamos, siguió el desarrollo del paro en Bogotá con las altas jerarquías militares y policiales, y los ministros de Defensa e Interior.En una alocución televisada al final de la noche, el mandatario destacó el “espíritu” de la “protesta pacífica”, aunque cuestionó con dureza los actos de “vandalismo puro” ocurridos en Bogotá, Manizales, Medellín y Cali.
“Hoy hablaron los colombianos, los estamos escuchando. El diálogo social ha sido la bandera principal de este gobierno, debemos profundizarlo con todos los sectores de nuestra sociedad y acelerar nuestra agenda social”, dijo, sin responder directamente a la petición de reunirse con los promotores de la movilización.
Los choques dejaron al menos 57 civiles y 70 policías heridos, y 43 capturados en toda Colombia, así como daños materiales, según indicó en rueda de prensa el recién nombrado ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo.
En Cali, el principal foco de violencia, la alcaldía decretó toque de queda hasta las 6:00 del viernes.
En la capital, los incidentes entre manifestantes y antidisturbios se produjeron en la Plaza de Bolívar, a las afueras de una sede del sistema de transporte público y en la vía al aeropuerto internacional. Caída la noche surgieron nuevas marchas.
En los próximos días, la fuerza pública seguirá interviniendo “en cualquier sitio en donde se pretenda alterar el orden público”, destacó Trujillo.