Los líderes de la protesta pretenden aumentar la presión sobre el mandatario con la segunda huelga en menos de una semana, en rechazo a su administración que lleva 15 meses.
En Bogotá, epicentro de la movilización, se comenzaron a concentrar manifestantes en el céntrico Parque Nacional. Durante la jornada se esperan marchas y la suspensión de actividades, aunque en las primeras horas el llamado “paro nacional” tenía una tibia adhesión. Bajo vigilancia policial, comercios y transporte público se veían apenas reducidos.
Duque no solo encara el desprestigio de sus políticas económicas, sino también el descontento que se ha ido incubando por décadas y que fue silenciado por el ruido del conflicto de medio siglo con las FARC, la otrora guerrilla convertida en partido tras la firma de la paz hace tres años.
“Han convertido a Colombia en una democracia donde favorecen a una minoría de empresarios y burócratas, mientras la gran mayoría debemos sostener sus privilegios”, señaló en Twitter el sindicato del magisterio, Fecode, uno de los más activos en la movilización.
En su mayoría pacíficas, las protestas dejan hasta ahora cuatro muertos, unos 500 heridos entre civiles, policías y militares, 172 detenidos y 60 venezolanos expulsados por “actos vandálicos”.
Miles de personas se manifiestan a diario y hacen sonar cacerolas desde el pasado jueves, cuando una primera huelga derivó en la mayor movilización que haya enfrentado gobierno alguno desde finales de los años 1970.
El presidente Duque lanzó el domingo un “diálogo social” para discutir los reclamos de la calle. Sin embargo, abrió las conversaciones con los políticos antes que con los portavoces de la protesta lo que le ha restado filo a su iniciativa.
Aun así persiste en su intento de atraer a la mesa de negociaciones a los representantes de los diversos sectores.
El Comité Nacional de Paro, que reúne a sindicatos, indígenas, estudiantes y profesores, presentó una plataforma de pedidos que incluyen desde el retiro de una reforma tributaria en trámite hasta el cumplimiento cabal del acuerdo de paz, pasando por la disolución de la fuerza antidisturbios Esmad tras la muerte de un joven de 18 años el sábado.
Duque insistió este miércoles en que las autoridades están preparadas para reaccionar frente a “vándalos y pillos” que pretendan enturbiar la movilización.
“La protesta pacífica sí es un derecho que todos respetamos (…), pero en desarrollo de ese derecho no se pueden vulnerar los derechos de los demás”, dijo el mandatario.
https://lanacion.cl/2019/11/26/colombia-muere-manifestante-herido-el-sabado-por-la-fuerza-publica-en-protestas/