Con un alto índice de obesidad infantil, lo cierto es que colaborar en que los niños y niñas accedan a una alimentación balanceada y saludable es un tema hoy fundamental. Sin embargo, el costo, el desconocimiento, la falta de tiempo o cansancio de los adultos responsables, muchas veces no contribuyen a que se elija adecuadamente una colación.
Entre los errores clásicos que cometemos los padres es desconocer las reales necesidades nutricionales de los hijos de acuerdo a su edad, actividad física y estado nutricional, pensar que los niños quedan con hambre y que deben consumir una colación fuerte durante la mañana, incluso en cada recreo; entregarles dinero para que se las arreglen solos y compren lo que les guste; o no darse tiempo para preparar una colación saludable.
La verdad es que en materia de alimentación “todo entra por la vista”. Si yo le envío una manzana lavada en la mochila a un escolar, es muy posible que esa fruta regrese por la tarde con el niño. No es atractiva para la mayoría. Pero si le preparo una macedonia con 3 a 4 tipos de frutas, equivalentes a la porción de la manzana, sí la va a comer.
Incluir pan en la colación es una buena alternativa, pero un pan lánguido o con poco cuerpo es difícil y poco atractivo para comer. Éste debe ser fresco y crujiente, lo que se puede lograr tostando ligeramente el pan de molde. Este tipo de sándwich siempre debe llevar algún alimento rico en proteínas y alimentos vegetales que permitan experimentar una mayor sensación de saciedad.
Es muy recomendable combinar colores y texturas, variar las colaciones tanto en su presentación como en el sabor y, fundamentalmente, resulta esencial llevar una adecuada rotación de las colaciones.
Combinar frutos del bosque con frutos secos y cereales o lácteos descremados es también otra buena alternativa.
Finalmente, dos cosas importantes: siempre agregar un jugo light, una leche descremada con sabor o no, un yogurt light, aguas con sabor, etc., para acompañar las colaciones sólidas; y utilizar un contenedor adecuado para que la colación no se deteriore. Un plátano aplastado o un sándwich desarmado son poco apetecibles y no serán consumidos.