La cifra de muertes por las devastadoras inundaciones registradas en el oeste de Alemania asciende ya a 135, mientras continúa la búsqueda de desaparecidos y evacuación de ciudadanos.

En el “Land” de Renania del Norte-Westfalia y de Renania-Palatinado, los dos estados federados afectados, temen que se sigan encontrando más víctimas entre los escombros, en medio de la destrucción que han dejado las tormentas durante esta semana.

En la ciudad de Heinberg, cercana a la frontera con Países Bajos, se tuvo que evacuar en las horas nocturnas a cientos de personas tras romperse un dique de contención, pese a los esfuerzos por reforzarlo. En tanto, en otras poblaciones de las regiones afectadas se está procediendo ya a las labores de desescombro.

Si bien en varias zonas pronostican que no habrá más lluvias, persiste la alerta por precipitaciones en otras regiones del sur, especialmente en el “Land” de Baden-Württemberg, donde los servicios de protección civil y bomberos tratan de reforzar márgenes de los ríos y valles.

Para este sábado se espera en la región la visita del presidente del país, Frank-Walter Steinmeier, quien el viernes llamó a la unidad nacional frente a la tragedia y a acelerar la lucha contra la emergencia.

En cuanto a otro de los países afectados esta semana por inundaciones, Bélgica amaneció con cielos despejados y la sensación de despertar de una pesadilla que ha dejado no solo más de una veintena de fallecidos, sino también importantes destrozos.

Conforme baja el nivel de las aguas surgen nuevos datos sobre el número de muertes, que ya alcanza las 24, y aumentan las estimaciones de los desaparecidos, por el momento, varias decenas.

El centro de crisis de Bélgica indicó que “por desgracia, se debe tener en cuenta que este número aumentará aún más en los próximos días y horas”, y que “los servicios de emergencia continúan investigando sobre el terreno”.