El creciente y asequible acceso a internet por parte de niños, niñas y adolescentes ha llevado a un aumento positivo de la comunicación entre estos y su mundo. Sin embargo, también ha acarreado el aumento de intimidaciones o agresiones intencionales y continuas a través de diferentes medios digitales. A esas agresiones se le suma el anonimato y el abuso de poder de quien agrede, y una falta de apoyo social, miedo, culpa y vergüenza de quien recibe los malos tratos. Ante esa sumatoria de riesgos, las consecuencias sobre la salud física y mental de los niños son realmente devastadoras.
En cuanto el ciberacoso comienza, es necesario y urgente ofrecer ayuda inmediata a los niños y las niñas, vinculándolos con su familia o con adultos de confianza que puedan asegurarles protección.
Concretamente, es necesario tomar pruebas (como una captura de pantalla), reportar lo sucedido en sus redes sociales (la mayoría tiene formas de reportar contenidos ofensivos), bloquear a la(s) persona(s) que están agrediendo, no contestar ningún mensaje que sea ofensivo o mal intencionado (pues eso busca la persona que lo hace), no contestar llamadas de números desconocidos, no aceptar presiones y, si cambia de teléfono, solo compartirlo con sus reales amigos y personas de confianza.
Para evitar que se llegue a esto, es importante que primero los adultos conozcamos y aprendamos a usar las redes sociales e informarlos acerca de su correcto uso; comprender que no son aptas para todas las edades, que deben interactuar con personas que conozcan, que son útiles para divertirse, informarse y comunicarse; no así para hacer ni recibir malos tratos. Además, que toda situación que los haga sentir incómodos o con dolor (físico o emocional), es una señal de alerta de que deben salir de allí y pedir ayuda.
El trabajo de los adultos es importante, pues las fotos que publicamos de nuestros niños, sus datos personales, sus hitos, sus aciertos o desaciertos son informaciones valiosas e íntimas que no deben ser publicadas abiertamente. Considerando lo anterior, es que seremos los mejores ejemplos para ellos y ellas; necesitamos a todo el mundo para eliminar el ciberacoso contra nuestros niños y niñas.
• Sandra Contreras Angulo, directora ejecutiva de WorldVision Chile.