Según una información publicada hoy por la agencia oficial Xinhua, un nuevo reglamento de la Asociación de Servicios de Netcasting de China (CNSA) ordena el “estricto examen” de los vídeos en internet relacionados con temas “como el terrorismo, la superstición y la homosexualidad”.
“Vídeos que muestren actos o relaciones sexuales ‘anormales’ como el incesto, la homosexualidad y la violencia o el abuso sexual deben ser removidos”, apunta la nota.
Pese a que la homosexualidad es legal en China desde 1997 y fue desclasificada como un desorden mental en 2001, todavía una amplia mayoría de los chinos ve esta condición sexual como una enfermedad, mientras el Gobierno carece de cualquier tipo de protección a este colectivo que en el país está formado por unas 70 millones de personas.
El reglamento requiere que todos los proveedores de servicios audiovisuales en línea establezcan un principio de “chequeo inicial” y examinen cuidadosamente el contenido antes de transmitirlo.
Los proveedores de vídeo deben asignar al menos tres censores profesionales para cada programa emitido y estos tendrán que vigilar su contenido desde el principio hasta el final.
“Los proveedores deben adherirse a los estándares políticos y estéticos correctos, además de producir programas que se centran en la gente, en promover los valores socialistas y la cultura china”, apunta el comunicado.
Está prohibido por tanto producir programas que contengan temas que violen las leyes y las políticas religiosas, pongan en peligro el interés nacional, inciten al odio étnico o infrinjan la privacidad.
También las escenas que dañan la imagen nacional, menosprecian a los líderes revolucionarios, propagan las conquistas militares de los antiguos emperadores o difunden el extremismo religioso deben ser cortadas o borradas, así como las que resaltan la violencia y el asesinato, los narcóticos, los juegos de azar y las supersticiones como el conjuro de espíritus y la reencarnación.
El contenido pornográfico y vulgar también debe suprimirse, según el reglamento, que enumera la prostitución, la violación y los asuntos extramaritales como algunos de los temas a evitar.
Los proveedores que violen las regulaciones recibirán un castigo que varía desde la crítica pública hasta ser reportado a la policía para una investigación más profunda.