Los cerca de 260 chilenos que se encontraban varados en distintos países de Asia debido a las dificultades de traslado por la pandemia de coronavirus arribaron la tarde de este viernes a Chile.
Los viajeros llegaron en un vuelo Latam que despegó en Singapur, pero muchos procedían de otros países, como India, Tailandia e Indonesia.
A su ingreso al aeropuerto internacional de Santiago, los chilenos debieron enfrentar un estricto control sanitario, donde se les controló la temperatura y debieron completaron su pasaporte sanitario.
En el lugar estaba fiscalizando la llegada la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, quien expresó que “los antecedentes que tenemos es que todas estas personas no tienen sintomatología, están sanas, son personas que han estado viajando y que están regresando a nuestro país. Sin embargo, es imprescindible que pasen por la aduana sanitaria para controlar la temperatura, para controlar si hay alguna sintomatología, para descartar o, en caso necesario, tomarle un examen PCR”.
La seremi de Salud Metropolitana, Paula Labra, también se hizo presente en la terminal aérea y explicó que “hemos activado el protocolo de aduana sanitaria, que es bastante riguroso, donde está definida la toma de temperatura, además de la revisión de la declaración jurada que deben completar todos los pasajeros”.
Además, Daza afirmó que “todas estas personas que vienen viajando tienen que hacer una cuarentena obligatoria de 14 días por la posibilidad de venir con coronavirus”.
Por lo mismo, en el caso de los pasajeros que no son de la Región Metropolitana, sino que de provincia, se les arrendaron cinco buses para trasladarlos a sus respectivos destinos “para disminuir el contacto con otras personas dentro de nuestro país durante el trayecto”, añadió.
La subsecretaria informó, respecto de la misma medida de confinamiento de 14 días, que un grupo de personas son de Magallanes, por lo que deberán realizar la cuarentena de 14 días en una residencia sanitaria en la Región Metropolitana.
“Fue una operación muy difícil, yo diría que es la operación más grande de repatriar personas que hemos tenido en la historia de Chile. Fue muy compleja porque hubo que interceder ante siete diferentes gobiernos para que nos permitieran abrir los cielos”, explicó.
El ministro de Relaciones Exteriores añadió que “esto es algo que no culmina, cada vez es más difícil traer a la gente, porque cada vez hay personas en lugares más distantes, supimos hace unos días de dos chilenos que están en una misión de difusión del cristianismo, misioneros en Mozambique que vienen de Quilpué, luego supimos de una chiquilla que viene del sur y que está en África, en Uganda, otro señor que está en Azerbaiyán, por tanto cada vez es más difícil traer a la gente porque está en lugares más distantes y está sola o en grupos muy pequeños”.
Los viajeros llegaron en un vuelo Latam que despegó en Singapur, pero muchos procedían de otros países, como India, Tailandia e Indonesia.
A su ingreso al aeropuerto internacional de Santiago, los chilenos debieron enfrentar un estricto control sanitario, donde se les controló la temperatura y debieron completaron su pasaporte sanitario.
En el lugar estaba fiscalizando la llegada la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, quien expresó que “los antecedentes que tenemos es que todas estas personas no tienen sintomatología, están sanas, son personas que han estado viajando y que están regresando a nuestro país. Sin embargo, es imprescindible que pasen por la aduana sanitaria para controlar la temperatura, para controlar si hay alguna sintomatología, para descartar o, en caso necesario, tomarle un examen PCR”.
La seremi de Salud Metropolitana, Paula Labra, también se hizo presente en la terminal aérea y explicó que “hemos activado el protocolo de aduana sanitaria, que es bastante riguroso, donde está definida la toma de temperatura, además de la revisión de la declaración jurada que deben completar todos los pasajeros”.
Además, Daza afirmó que “todas estas personas que vienen viajando tienen que hacer una cuarentena obligatoria de 14 días por la posibilidad de venir con coronavirus”.
Por lo mismo, en el caso de los pasajeros que no son de la Región Metropolitana, sino que de provincia, se les arrendaron cinco buses para trasladarlos a sus respectivos destinos “para disminuir el contacto con otras personas dentro de nuestro país durante el trayecto”, añadió.
La subsecretaria informó, respecto de la misma medida de confinamiento de 14 días, que un grupo de personas son de Magallanes, por lo que deberán realizar la cuarentena de 14 días en una residencia sanitaria en la Región Metropolitana.
RIBERA DESTACA GESTIÓN
Por su parte, el canciller Teodoro Ribera -quien no estuvo en Pudahuel-, celebró también la llegada de los chilenos.“Fue una operación muy difícil, yo diría que es la operación más grande de repatriar personas que hemos tenido en la historia de Chile. Fue muy compleja porque hubo que interceder ante siete diferentes gobiernos para que nos permitieran abrir los cielos”, explicó.
El ministro de Relaciones Exteriores añadió que “esto es algo que no culmina, cada vez es más difícil traer a la gente, porque cada vez hay personas en lugares más distantes, supimos hace unos días de dos chilenos que están en una misión de difusión del cristianismo, misioneros en Mozambique que vienen de Quilpué, luego supimos de una chiquilla que viene del sur y que está en África, en Uganda, otro señor que está en Azerbaiyán, por tanto cada vez es más difícil traer a la gente porque está en lugares más distantes y está sola o en grupos muy pequeños”.
