Nicolás Arancibia es doctor en química y hace casi una década se especializó en la síntesis de imogolita, luego de realizar estadías de investigación en Francia, donde este material es utilizado por laboratorios cosmetológicos debido a sus características hidratantes.
El investigador explica que este material tiene la capacidad de retener mucha agua, y si se le agrega algún tipo de principio activo, podría atenuar pliegues y arrugas en la piel.
El hidrogel se absorbe con rapidez en contacto con la piel, permitiendo la hidratación inmediata con gran cobertura a menor cantidad del producto.
La imogolita también se encuentra en estado natural en suelos volcánicos de Chile, Ecuador, Italia y Japón. Sin embargo, su recolección y purificación requiere métodos complejos. Los nanotubos de imogolita sintetizados en laboratorio por los químicos de Cedenna son muy similares a los naturales y su elaboración resulta menos costosa.
La industria farmacéutica también ha puesto su atención en esta nanopartícula, similar a un tubo medible en escala nanométrica, es decir, con un diámetro de millonésimas de milímetro, no sólo por sus características hidratantes, sino también porque evita la proliferación de bacterias.
La remoción de contaminantes de aguas también es posible mediante el uso de filtros basados en imogolita que, dado el diámetro de su poro, puede retener elementos tóxicos como el arsénico, presente principalmente en la zona norte de nuestro territorio.