El alcalde Luis Plaza dice que la idea de contar con sus propias calles cota mil es “una atención a la gran cantidad de población mapuche” en su comuna y que desde ahora habrá que aclarar si se trata de una calle de Plaza Italia hacia arriba o hacia abajo.

En marzo se inauguran las nuevas calles de la villa Parque La Hondonada en Cerro Navia que aluden a otras que se enseñorean en comunas de la cota mil, pero también bordeando el Mapocho. Según el alcalde Luis Plaza, hay que preguntarse ¿por qué Vitacura, Apoquindo o las Hualtatas no podrían estar también en otra comuna?

“Siempre ha sido una inquietud mía, desde hace muchos años poder replicar acá en la comuna las calles que están en otros sectores pero que pertenecen más a nuestra gente que en gran cantidad pertenece al pueblo mapuche“, dice sobre una decisión que no salió de un concejo municipal o alguna votación de juntas de vecinos.

“De todas maneras ha sido una materia en la que los vecinos se han manifestado a favor. Quieren que sus calles también se llamen Vitacura, Apoquindo, Hualtatas o Providencia, incluso. Cerro Navia ha cambiado y debe ser vista como lo que es: la entrada a Chile desde el aeropuerto internacional y por eso debemos destacarnos, estar también consideradas como lo está lo más alto de Santiago”, agrega.

Explica que para él, son nombres que colindan con lo autóctono, que identifican a sus habitantes y que están a la espera de que la villa La Hondonada esté completamente entregada para ser estrenadas.

La población ubicada en donde acaban las calles Federico Errázuriz y Mapocho en el mapa, en el sector noreste de Santiago, casi llegando a la cuenca del río.

Las calles en cuestión son en realidad pasajes dentro de la población que, según el mismo alcalde, hará necesario ser más específico cuando se de una dirección desde marzo: “Habrá que definir si estamos hablando de Apoquindo o Vitacura de Plaza Italia a hacia arriba o para abajo“, dice y descarta cualquier intención populista o mediática en año de elecciones municipales.

“No tiene nada que ver con eso. En un año de elecciones municipales o cualquier otro, los alcaldes en ejercicio siguen sumando obras. Son los habitantes los que las aprueban o votan por otra autoridad”, dice convencido de su gestión. “El alcalde hace lo que quiere, sea año electoral o no”, remata.