El Consejo de Defensa del Estado (CDE) se querelló contra la exfuncionaria del Servicio Nacional de Menores (Sename) en Concepción por los delitos de desfalco y apropiación indebida de recursos de la institución.
La acusación está dirigida en contra de la contadora Noemi Betanzo, quien se desempeñaba en el centro de lactantes Arrullo y quien habría usado los fondos en apuestas en el Casino Marina del Sol de Talcahuano.
La mujer reconoció haber gastado 40 millones de pesos en el Casino, durante la acción judicial presentada el 7 de junio. Betanzo fue suspendida de sus funciones.
“(Ella) Hacía una bicicleta con la plata, era muy difícil que alguien lo detectara. Cuando la directora tomó conocimiento, se hicieron las denuncias”, recalcó Del Basto a La Nación.
“Daña nuestra imagen, porque es una acción que tiene que ver con la probidad de los funcionarios. Es raro, nunca había pasado, no tenemos datos de algo parecido, además el servicio tiene supervisiones rigurosas de auditorías y supervisión de los recursos, pero nos dicen que no había cómo darse cuenta, eso ocurrió cuando un proveedor reclamó que no se le había hecho el pago”.
Del Basto explicó que el fraude se hizo por medio de los cheques a proveedores de la institución, a los que Betanzo tenía acceso gracias a su función.
La acusación está dirigida en contra de la contadora Noemi Betanzo, quien se desempeñaba en el centro de lactantes Arrullo y quien habría usado los fondos en apuestas en el Casino Marina del Sol de Talcahuano.
La mujer reconoció haber gastado 40 millones de pesos en el Casino, durante la acción judicial presentada el 7 de junio. Betanzo fue suspendida de sus funciones.
Funcionarios: Nunca nos había pasado algo así
Conocida la denuncia, la presidenta de la Asociación de Funcionarios del Sename, Alicia Del Basto, recalcó que si bien no había forma en que el fraude pudiera ser detectado, el daño a la imagen de la institución y de sus trabajadores es más profunda.“(Ella) Hacía una bicicleta con la plata, era muy difícil que alguien lo detectara. Cuando la directora tomó conocimiento, se hicieron las denuncias”, recalcó Del Basto a La Nación.
“Daña nuestra imagen, porque es una acción que tiene que ver con la probidad de los funcionarios. Es raro, nunca había pasado, no tenemos datos de algo parecido, además el servicio tiene supervisiones rigurosas de auditorías y supervisión de los recursos, pero nos dicen que no había cómo darse cuenta, eso ocurrió cuando un proveedor reclamó que no se le había hecho el pago”.
Del Basto explicó que el fraude se hizo por medio de los cheques a proveedores de la institución, a los que Betanzo tenía acceso gracias a su función.
