El fiscal Naín Lamas acusó al ingeniero Anguita Medel por parricidio (aún no existía el delito de femicidio al momento del crimen), en calidad de autor inductor, y al carpintero Pérez Mansilla por homicidio calificado, por actuar con alevosía y premio o promesa remuneratoria, en grado consumado.
En cuanto a la pena, en relación a Pérez Mansilla, la fiscalía está solicitando 17 años de presidio mayor en su grado máximo, mientras que para Anguita Medel se solicita que se imponga presidio perpetuo calificado, esto es, un mínimo de 40 años de cárcel antes de recibir cualquier beneficio penitenciario.
En el juicio, el fiscal Lamas presentará 82 testigos, 39 peritos y 49 piezas de evidencia material y otros medios de prueba, además de 52 piezas de prueba documental. Anguita Medel y Pérez Mansilla se encuentran en prisión preventiva desde el 11 de diciembre de 2015, en la cárcel de Alto Bonito de Puerto Montt.
Pérez Mansilla confesó que Anguita Medel le pagó sólo dos de los cinco millones de pesos acordados por matar a la contadora que tenía 42 años al momento del crimen. Los motivos serían pasionales, ya que la víctima había retomado una relación con un anterior amante. Anguita y Haeger vivían en la misma casa, pero dormían separados hace años.
De acuerdo a la acusación, el 29 de junio de 2010 Pérez Mancilla llegó a la casa de Viviana Haeger en Puerto Varas a efectuar un supuesto trabajo. El carpintero era conocido del matrimonio, por lo cual la mujer no dudó en dejarlo entrar. Sus dos hijas estaban en la escuela y ella se encontraba sola.
Pérez Mansilla le pidió una herramienta de la bodega, donde logró dominarla por la fuerza. Luego, la obligó a subir a la habitación principal, donde estaba el acceso a la buhardilla que el carpintero ya conocía por trabajos anteriores. Sobre la cama la inmovilizó con su propio peso corporal y le puso una bolsa plástica en la cabeza para asfixiarla.
Luego, Pérez Mansilla arrastró el cadáver hasta la buhardilla donde estuvo durante 42 días hasta que fue encontrado por el propio Anguita. Al parecer, el esposo no sabía que estaba ahí, debido a que las instrucciones que le había dado a Pérez Mancilla fueron hacer desaparecer el cuerpo. Sin embargo, el sicario no tenía auto y no sabe manejar, por lo cual decidió dejarlo en la buhardilla.