El año pasado las ventas en Estados Unidos de cannabis legal, tanto para uso medicinal como recreativo, ascendieron a 6.800 millones de dólares y para el año 2021 pueden llegar a 21.600 millones de dólares, de acuerdo con Arcview Market Research, una empresa que hace el seguimiento de esta industria.
Ante esta realidad la universidad estatal del Norte de Michigan, ubicada en la ciudad de Marquette, decidió crear el primer programa de su tipo en el mundo académico estadounidense.
Por ahora, son doce los alumnos que han iniciado estos estudios de cuatro años.
“El estigma asociado con el cannabis está desapareciendo rápidamente, es el momento de aprovechar el incremento del negocio y de preparar a técnicos especializados para una industria multimillonaria”, señaló a Efe Brandon Canfield, profesor de química analítica y ambiental, de quien partió la idea de la carrera.
Canfield aclaró que el programa tiene poco de recreativo, a pesar de que la marihuana suele asociarse con diversión.
Los alumnos estudian un programa muy duro con materias relacionadas con la química orgánica, la fisiología de las plantas, los suelos, botánica y geografía, biología celular y molecular, genética, flora boreal y equilibrio químico, con una introducción a finanzas, administración financiera y mercadotecnia.
“Para tener éxito, los estudiantes van a tener que ser muy dedicados y motivados”, declaró
“No es un programa fácil. En realidad es un programa intenso de química y biología”, agregó el profesor.
Michigan y otros 28 estados han legalizado el uso medicinal de la marihuana y en otros ocho estados y el Distrito de Columbia, el uso de pequeñas cantidades de cannabis es legal en los adultos.
En California está previsto que comiencen a funcionar dispensarios de marihuana recreativa a comienzos del próximo año, una actividad que podría ser replicada a nivel nacional si su implementación se realiza sin problemas.
La universidad comenzó a publicitar el nuevo programa en marzo y comenzó los cursos con 12 estudiantes, que se espera irán aumentando con el tiempo.
Para disipar cualquier duda o expectativa infundada, los candidatos fueron informados de que la idea era graduar químicos especializados en la extracción de ingredientes activos de plantas medicinales, incluyendo cannabis.
En la descripción del programa se aclara que los estudiantes y profesores no plantan marihuana, solamente utilizan muestras en el laboratorio y no realizan pruebas para la industria.
“No es un título sobre producción, efectos o aplicación medicinal del cannabis”, subrayó a Efe el vicepresidente de mercadotecnia de la universidad, Derek Hall.
El exceso de precauciones es necesario porque algunos postulantes, como Alex Roth, quien fue uno de los primeros en inscribirse, fueron atraídos a la universidad por la idea de estudiar una carrera que puede resultar muy productiva y al mismo tiempo “pasarla bien”, como declaró al Detroit Free Press de Michigan.
Pero ahora este joven de 19 años piensa graduarse para contribuir con la “medicina legítima que ayuda a la gente”, como el aceite de cannabis que utiliza con éxito una amiga para combatir las convulsiones que sufre su hija de dos años.
En otras instituciones de educación superior de Estados Unidos, como Harvard, Denver University, Vanderbilt University y Ohio State University, se ofrecen cursos sobre política e implicaciones legales de la marihuana, pero no licenciaturas.
También se ofrecen en California certificados relacionados con la marihuana en centros llamados Cannabis College y Humboldt Cannabis College. Nevada fue el último estado en legalizar la marihuana para uso recreativo.
El pasado 7 de julio, solo siete días después de que entrara en vigor la legalización, la Asociación de Dispensarios de Marihuana de Nevada calculó que durante los primeros 4 días se vendieron entre 3 y 5 millones de dólares del producto.
Al mismo tiempo un estudio de la Universidad de Michigan reveló que el 39 % de los estudiantes universitarios en Estados Unidos entrevistados en 2016 dijo haber consumido marihuana en los últimos 12 meses, el porcentaje más alto de las últimas tres décadas.