Ezzati destacó en la misa el “clima de cuestionamiento doloroso” que vive la Iglesia chilena en la actualidad. También resaltó que los obispos chilenos “pedimos perdón por los hechos” a las víctimas de abusos sexuales, además de recalcar que “el mal está en la mentira y no en el descubrimiento de la mentira”.
Igualmente, Ezzati admitió la necesidad de un “cambio”, asegurando que es una deuda con quienes han sufrido. “Necesitamos un cambio, lo sabemos, lo necesitamos y anhelamos. No sólo se lo debemos a nuestras comunidades y a tantas personas que han sufrido y sufren, sino que pertenece a la misión e identidad de la Iglesia, el espíritu de conversión”, finalizó.
Posteriormente a la misa, a la que asistieron otros obispos que también viajaron al Vaticano, Ezzati entregó algunas palabras a los medios de comunicación.
Respecto a la destrucción de documentos incriminatorios de encubrimientos, el arzobispo de Santiago aseguró que “es una novedad para mí, como para todos los obispos”.
Finalmente, consultado por cuándo se hará efectiva la renuncia de los obispos, señaló que “es el Santo Padre quien sabrá el momento en que decidirá sobre las renuncias”.