Tras ser detenido por Carabineros el 3 de febrero de 2014, Curamil habría sido brutalmente golpeado, primero en el carro de traslado de imputados y luego en la unidad policial. Lo anterior sucedió con posterioridad a los incidentes registrados fuera del Centro de Justicia cuando se iniciaba el juicio en contra del machi Celestino Córdoba.
Según la narración de Curamil, consignada en el escrito presentado por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), al ser detenido fue esposado y lanzado a un carro policial donde le propinaron “innumerable cantidad de golpes de pie y, mientras permanecía con su cara pegada al piso, un carabinero le dio un golpe en los testículos. Luego lo dieron vuelta y comenzó a recibir nuevamente golpes de patadas. Además, un carabinero se sentó encima de su estómago, así -mirándolo de frente- comenzó a propinarle golpes de puño en su rostro”.
Ya en la unidad policial, Curamil Millanao fue bajado del carro policial. En ese momento se encontraba “todo ensangrentado y con la cara inflamada” y, luego de múltiples insultos racistas, fue llevado a un estacionamiento, lugar en el que permaneció esposado por un prolongado período de tiempo, a pesar de la situación física en que se encontraba.