Hernán Caputto logró algo inédito: clasificó por segunda vez consecutiva a una selección menor a una Copa del Mundo. Con un estudio profundo que viene hace tres años y un trabajo dedicado, la Sub-17 la rompió en Perú, clasificó a Brasil 2019 y se consagró, nuevamente, subcampeón del Sudamericano, al igual que la generación del 2017, que jugó la justa planetaria de India.
El adiestrador conversó con El Mercurio de su proceso con las divisiones menores de la Roja y expresó que cuando asumió se dedicó a ver partidos que datan de 1986 hasta la fecha para hacer un diagnóstico. “Charlé con los entrenadores que habían participado, vimos todos los videos que encontramos de Sudamericanos. Pregunté por qué se jugaba bien y se perdía”.
Tras esto, con el equipo mundialista de hace dos años, decidió priorizar el ámbito defensivo. “Fuimos prácticos y pragmáticos, que al tercer o cuarto pase tenía que llegar al gol, porque capaz que después de cuarto o quinto pase se perdía la pelota. Esta vez tuvimos más variedad, con individualidades que nos permitía construir jugadas”.
Una de las medidas que tomó fue quitarle el celular a los jugadores para que se centraran en conocer al compañero. “Lo aprendí del ‘Maestro’ Tabárez. El jugador se va del mundo. Les di tres días para que se relacionaran (…) Cambio la cosa: sabían de sus padres, abuelos, los esfuerzos. Todo eso llevado al fútbol se traduce en que cuando pierden un balón luchan por ese compañero, pero también por el viejo y el hermano de este”.
El otrora portero expresó que no puede dar una respuesta clara de por qué a las Sub-17 le va bien y a Sub-20 queda a la deriva, pero su aspiración es clasificar a ambas selecciones a una cita mundialista. “ Es algo que nunca ha pasado y eso con unión y trabajo se puede. Tengo la seguridad que es posible, porque no el 2021”.
El adiestrador conversó con El Mercurio de su proceso con las divisiones menores de la Roja y expresó que cuando asumió se dedicó a ver partidos que datan de 1986 hasta la fecha para hacer un diagnóstico. “Charlé con los entrenadores que habían participado, vimos todos los videos que encontramos de Sudamericanos. Pregunté por qué se jugaba bien y se perdía”.
Tras esto, con el equipo mundialista de hace dos años, decidió priorizar el ámbito defensivo. “Fuimos prácticos y pragmáticos, que al tercer o cuarto pase tenía que llegar al gol, porque capaz que después de cuarto o quinto pase se perdía la pelota. Esta vez tuvimos más variedad, con individualidades que nos permitía construir jugadas”.
Una de las medidas que tomó fue quitarle el celular a los jugadores para que se centraran en conocer al compañero. “Lo aprendí del ‘Maestro’ Tabárez. El jugador se va del mundo. Les di tres días para que se relacionaran (…) Cambio la cosa: sabían de sus padres, abuelos, los esfuerzos. Todo eso llevado al fútbol se traduce en que cuando pierden un balón luchan por ese compañero, pero también por el viejo y el hermano de este”.
El otrora portero expresó que no puede dar una respuesta clara de por qué a las Sub-17 le va bien y a Sub-20 queda a la deriva, pero su aspiración es clasificar a ambas selecciones a una cita mundialista. “ Es algo que nunca ha pasado y eso con unión y trabajo se puede. Tengo la seguridad que es posible, porque no el 2021”.