El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se quedó este miércoles sin rival para las elecciones presidenciales de 2018 tras la condena por apropiación indebida del líder opositor Alexéi Navalni, en lo que sus partidarios consideran un claro proceso político.
“Debido a las denuncias de mi Fondo de Lucha contra la Corrupción hay personas interesadas en apartarme de la vida política“, dijo el dirigente contrario al actual régimen del Kremlin.
Navalni, uno de los organizadores en 2011 de las mayores protestas antigubernamentales desde la caída de la URSS, recibió una pena suspendida de cinco años de prisión, por lo que no tendrá que ir a la cárcel, pero no le permitirá postular en los comicios.
El opositor, que había anunciado su candidatura a la presidencia en diciembre pasado, aseguró que su condena es una represalia por sus denuncias de corrupción en las más altas esferas de la administración pública.
“No reconocemos el fallo, que será revocado. De acuerdo con la Constitución, tengo todo el derecho a participar en las elecciones y pienso hacerlo“, aseguró Navalni, quien abrió la pasada semana su oficina electoral en San Petersburgo, patria chica de Putin.
Mientras, el Kremlin, que ha dicho en varias ocasiones que con antecedentes penales no se puede participar en unas elecciones, defendió la legalidad del proceso, que fue puesto en duda por la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) como un “nuevo caso” de uso de la justicia con fines políticos.
Según todos los analistas, Navalni es el único dirigente opositor con arrastre electoral y que puede hacer sombra a Putin, como demostró en 2012 en las elecciones a la alcaldía de Moscú, donde logró un histórico 27,5 % de los votos.
EL FALLO
El fallo afirma que Navalni organizó la apropiación de activos estatales y agrega que “cometió el delito cuando ejercía el cargo de asesor del gobernador de la región de Kírov, Nikita Belij“, antaño dirigente opositor al Kremlin que también se encuentra en prisión preventiva por corrupción.
El opositor ya había sido sentenciado en 2013 por el mismo delito, pero la condena fue anulada en 2016 por el Supremo después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos denunciara numerosas infracciones durante el proceso judicial.
Precisamente, el dirigente condenado denunció este miércoles que el fallo inculpatorio repite las mismas conclusiones que fueron invalidadas en su momento por Estrasburgo, que el 2 de febrero volvió a condenar a Rusia por juicios injustos y detenciones arbitrarias del líder opositor.
Según el juez, Navalni se apropió de 10.000 metros cúbicos de madera de la empresa maderera Kirovles por valor de 16 millones de rublos, unos 260.000 dólares.
Sin embargo, el condenado se declara inocente, sostiene que los cargos presentados contra él son “falsos” y “fabricados”, y ha desafiado a la Fiscalía a encontrar esos 16 millones de rublos.
A no ser que Navalni sea absuelto de todos los cargos en un futuro, no podrá presentarse a unas elecciones en un plazo de diez años. No obstante, él ya había asegurado que, incluso en el caso de ser condenado, participaría igualmente en la campaña electoral, porque “eso es lo que la gente espera de él”, lo que fue confirmado este miércoles por su jefe de campaña, Leonid Vólkov.
Coincidiendo con el juicio contra Navalni, las autoridades investigan el presunto envenenamiento de otro dirigente opositor, Vladímir Kará-Murzá, quien se encuentra en coma desde la pasada semana, justo cuando tenía previsto viajar a EEUU.
AUTOR: Daniel Giacaman Z.
FUENTE: La Nación / EFE