Parte del parlamento se mostró en contra que la prueba motor se desarrolle en suelo nacional el próximo año por el daño ambiental que provoca.

Desde que se tomó la determinación de que Chile no fuera parte del Rally Dakar el 2016, de inmediato se empezó a hablar de un inminente retorno para el 2017, sobre todo pensando que muchos exponentes de la disciplina han señalado en más de una ocasión que la prueba no tiene el mismo peso sin los suelos nacionales, los que fueron parte de la competencia entre los años 2009 y 2015.

Pero este panorama hoy parece muy lejos de hacerse realidad, dado el duro revés que sufrió ayer en la Cámara de Diputados la idea de volver albergar la prueba motor en el país.

En la votación efectuada, hubo 42 votos a favor, 33 en contra y 17 abstenciones, donde los diputados finalmente decidieron que el trazado de la competencia no pase más por Chile, alegando que la prueba causa un gran daño ambiental en el desierto.

El parlamentario Celso Morales (UDI), miembro de la comisión de deportes del organismo, sostuvo al respecto que “desgraciadamente no se pudo concretar, principalmente argumentando por los daños al patrimonio ecológico en las ediciones anteriores”.

Pese a que la opción de que el Rally vuelva a territorio nacional parece complicada, el mismo diputado aclaró que “esta votación no es vinculante. Es decir, que si el Ejecutivo considera que es importante tener el Dakar, puede hacer las gestiones que estime convenientes”.

En el Ministerio del Deporte se encuentran estudiando los pros y las contras de que la prueba motor vuelva al país, donde la decisión final recién quedaría establecida en las próximas semanas.