Esta ha sido una semana de malas noticias a nivel internacional, con el incendio de la Catedral de Notre Dame y el suicidio del expresidente peruano Alan García. Sin embargo, nuestro país también tuvo un episodio trágico en los últimos días, que ha dado mucho que hablar: el accidente de una avioneta en Puerto Montt.
El fatídico vuelo de la empresa aérea Archipiélago que cayó a la salida del aeródromo La Paloma, y que dejó seis muertos, sigue siendo tema en la agenda noticiosa. Y este jueves habló uno de los tres pasajeros que no viajaron.
Se trata de Daniel Aguilar, trabajador de la empresa Camanchaca, quien se salvó de milagro. “Dios me regaló otra oportunidad de vida”, señaló.
Al recordar el día del accidente indicó que el lunes en la noche su jefa lo llamó por teléfono para avisar que lo habían bajado del vuelo, porque no había cupo en el avión.
“Todavía ella no entiende cómo pasó eso, porque el vuelo no estaba completo. De ahí me nace el pensamiento de que Dios tomó los medios para que yo no estuviera en ese vuelo”, expresó.
Dice que el martes se levantó tarde y una amiga lo llamó para avisarle del hecho.
“Estuve tranquilo de primera, porque pensé que no era la línea donde yo iba a viajar, pero cuando se supo que era la línea Archipiélago quedé choqueado. Estuve toda la mañana mal, porque sabía que había conocidos míos, como Gonzalo Navarro, que es del mismo pueblo donde yo vivo y es mi amigo”, enfatizó Aguilar.
“Lamentablemente el destino de uno no puede ser para todos. Pero Dios me regaló otra oportunidad, por eso ahora estoy procesando todo lo que ha pasado y estoy empatizando con la familia”, agregó.
Por último, consultado sobre si podrá retomar su trabajo y si tendrá miedo de volar, su respuesta fue clara. “Creo que ahora el temor de viajar va a ser pan de cada día, y espero que el tiempo pase rápido para que pueda estar tranquilo y esperando que se normalicen los vuelos para poder volver a Ayacara”, finalizó.
El fatídico vuelo de la empresa aérea Archipiélago que cayó a la salida del aeródromo La Paloma, y que dejó seis muertos, sigue siendo tema en la agenda noticiosa. Y este jueves habló uno de los tres pasajeros que no viajaron.
Se trata de Daniel Aguilar, trabajador de la empresa Camanchaca, quien se salvó de milagro. “Dios me regaló otra oportunidad de vida”, señaló.
Al recordar el día del accidente indicó que el lunes en la noche su jefa lo llamó por teléfono para avisar que lo habían bajado del vuelo, porque no había cupo en el avión.
“Todavía ella no entiende cómo pasó eso, porque el vuelo no estaba completo. De ahí me nace el pensamiento de que Dios tomó los medios para que yo no estuviera en ese vuelo”, expresó.
Dice que el martes se levantó tarde y una amiga lo llamó para avisarle del hecho.
“Estuve tranquilo de primera, porque pensé que no era la línea donde yo iba a viajar, pero cuando se supo que era la línea Archipiélago quedé choqueado. Estuve toda la mañana mal, porque sabía que había conocidos míos, como Gonzalo Navarro, que es del mismo pueblo donde yo vivo y es mi amigo”, enfatizó Aguilar.
“Lamentablemente el destino de uno no puede ser para todos. Pero Dios me regaló otra oportunidad, por eso ahora estoy procesando todo lo que ha pasado y estoy empatizando con la familia”, agregó.
Por último, consultado sobre si podrá retomar su trabajo y si tendrá miedo de volar, su respuesta fue clara. “Creo que ahora el temor de viajar va a ser pan de cada día, y espero que el tiempo pase rápido para que pueda estar tranquilo y esperando que se normalicen los vuelos para poder volver a Ayacara”, finalizó.