Así lo señalaron en rueda de prensa varios de los expertos que participan en la quinta edición de la Reunión de Ciencias Planetarias y Exploración del Sistema Solar que se celebra hasta el día 8 de junio en la sede de la ESA en Villanueva de la Cañada (Madrid).
En el último consejo ministerial de la ESA celebrado en Lucerna (Suiza) en diciembre del año pasado, los países miembros de la agencia no consiguieron reunir el dinero suficiente para financiar el desarrollo del programa europeo AIM, que formaba parte de un proyecto conjunto con la NASA y tenía el fin de estudiar la posibilidad de desviar de su trayectoria a asteroides peligrosos.
En esa reunión, la ESA ya indicó que, pese a la falta de fondos por parte de los países miembros, el programa no estaba muerto.
En la actualidad, sus responsables han desarrollado una versión simplificada del mismo que reduce su precio de 250 a 210 millones de euros.
FALTA APOYO DE PAÍSES COMO ALEMANIA O ESPAÑA
“Basándose en el interés de muchos países, el director general de la ESA, Jan Woerner, dejó claro que quiere un programa de protección planetaria para desviar la trayectoria de asteroides; quiere seguir adelante”, aseguró este martes a los medios Michael Küppers, científico de la ESA especialista en cometas y asteroides.En este sentido, no habrá AIM para 2020 (su fecha inicial de lanzamiento), pero “seguimos estudiando el programa” para tratar de tener una misión en el futuro, subrayó Küppers, quien recordó que mayormente fueron los países miembros más grandes los que no apoyaron en su día el proyecto; estos se volcaron más en misiones como Exomars (Marte) o en el nuevo lanzador Ariane 6.
Por eso, no se llegó a la financiación necesaria (en diciembre estaban en juego cien millones de euros iniciales, aunque más adelante había que comprometer más partidas para su continuidad).
De ahí que la ESA haya decidido reducir los costos. No obstante, incluso con esto “hoy en día la financiación es insegura”, apuntó Küppers, quien agregó que tal vez haya que considerar no solo reducirla, sino desarrollar otra misión más atractiva para los países.
A su vez, Adriano Campo Bagatin, de la Universidad de Alicante de España, declaró que hay que convencer a países como Alemania o España, que a su juicio debería tener un “rol protagonista”.
LA VERSIÓN SIMPLIFICADA SE LANZARÍA EN 2022
Campo, quien expuso a los expertos los pormenores de esta “versión simplificada” de AIM, resumió que una misión de este tipo merece la pena por su ciencia, su tecnología y también por la publicidad.El proyecto donde está la sonda AIM (Asteroid Impact Mission) se llama AIDA (The Asteroid Impact & Deflection Assessment). En éste también está el proyectil DART (Double Asteroid Redirection Test) de la NASA. El objetivo es llegar a Didymos, un sistema binario de asteroides (uno de 800 metros de diámetro y otro de 150 metros).
La parte de EE.UU. incluye una nave que impactará con un asteroide, en principio en 2022; AIM observaría en directo este impacto y transmitiría los datos. Ahora, su versión simplificada se podría lanzar en 2022, detallaron fuentes de AIM.
Según Campo, para la nueva versión se renunció al módulo de aterrizaje y reducido a uno el número de CubeSats (pequeños satélites) que iba expulsar AIM cuando llegara a Didymos.