Luego de su liberación judicial en 2021, la “Princesa del pop”, Britney Spears, ha protagonizado una serie de revelaciones de sus años más complejos. Sus declaraciones, que son abordadas en profundidad en “The Woman in Me”, su libro autobiográfico que verá la luz el próximo 24 de octubre en las librerías de Estados Unidos.
Bajo este marco, uno de los episodios más controversiales de su vida tuvo lugar en 2007, cuando la intérprete de “Toxic” se rapó la cabeza. Sobre aquello, Spears detalla en su libro: “Me habían observado mucho mientras crecía. Me miraban de arriba abajo, la gente me decía lo que pensaba de mi cuerpo, desde que era adolescente. Raparme la cabeza y comportarme mal fueron mis formas de contraatacar”.
La situación se enmarcó durante su proceso de rehabilitación, hace aproximadamente 16 años, momento en que la artista se dirigió al Esther’s Haircutting Studio de Tarzana solicitando que le raparan su cabeza. De hecho, fue ella misma quien llevó a cabo la acción, generando olas mediáticas en la escena del espectáculo.
Sin embargo, el corte de pelo no fue lo único revelado por Spears. En su escrito, aborda también las sensaciones durante los años de tutela de Jamie Spears, su padre. “Quisieron hacerme entender que esos días se habían acabado. Tuve que dejarme crecer el pelo de nuevo y ponerme en forma. Tenía que irme pronto a la cama y tomarme la medicación que mandaban tomar”, detalla la cantante.
“La tutoría me arrebató mi condición de mujer, me convirtió en una niña. Me convertí más en una entidad que una persona en escena. Siempre sentí la música en mis huesos y sangre, y me la arrebataron”, cerró.