Las autoridades de la Franja de Gaza, controlada por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), elevaron este martes a 26 los palestinos muertos en los bombardeos ejecutados por Israel desde la tarde del lunes contra el enclave palestino, en el marco de un nuevo recrudecimiento de la violencia en la zona.
El Ministerio de Sanidad gazací indicó que entre las víctimas mortales hay al menos una decena de niños, al tiempo que cifró en 122 el total de heridos. Asimismo, el Ministerio de Educación gazací pidió a la comunidad internacional que “condenen, denuncien y detengan los crímenes de la ocupación”, según informó la agencia palestina de noticias Maan.
Este mismo medio señaló que entre los últimos objetivos bombardeados figuran posiciones de la Brigada Al Quds, brazo armado de Yihad Islámica, en el oeste de la Franja, así como otras posiciones de milicias palestinas al este de la ciudad de Jan Yunis, en el sur del enclave.
El propio brazo militar de la formación palestina indicó que tres de sus miembros habrían muerto a causa de los bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza, si bien otros ocho habrían resultado heridos. Hamás, a su vez, advirtió de que los ataques continuarán hasta que Israel “cambie su política” y confirmó que varios miembros de las Brigadas de Ezeldín al Qassam, su brazo armado, también habrían fallecido en los ataques israelíes contra un túnel.
El jefe del Ejército israelí, Aviv Kochavi, indicó que las unidades de las FDI deben prepararse para una “mayor campaña”, que podría tener una duración “indefinida”. Así, ordenó que continúen los ataques contra objetivos de Hamás y Yihad Islámica, especialmente contra instalaciones y arsenales, según informaciones del diario Haaretz.
Kochavi tildó a sus miembros de “terroristas” y pidió refuerzos en todas las unidades de las fuerzas de seguridad para “acabar con ellos”. “Los ataques continuarán para que los residentes de la zona sur puedan vivir con seguridad”, dijo.
ISRAEL AUTORIZA EL DESPLIEGUE DE 5.000 RESERVISTAS
El ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, autorizó el despliegue de 5.000 reservistas en el marco de los bombardeos. Si bien estos no serán llamados de forma inmediata, las autoridades solicitaron que estén atentos para ser movilizados cuando sea necesario.
Tal y como explicó la oficina de Gantz, con esta medida se pretende continuar con las misiones que se enmarcan en la operación Guardián de los Muros para “defender el fuerte principal”. Pocas horas antes, el propio ministro dio luz verde a las FDI para seguir adelante con las operaciones contra “objetivos terroristas”.
En la ciudad israelí de Ascalón, al menos dos mujeres, una de 65 años y otra de 40, murieron y una treintena de personas resultaron heridas por el impacto de dos cohetes contra un edificio de apartamentos, un ataque reclamado por Hamás, que destacó que es una respuesta a un bombardeo contra un inmueble en Gaza. Asimismo, un colegio de la localidad sufrió un ataque, si bien se encontraba vacío en el momento del bombardeo.
Abú Obeida, portavoz de Hamás, afirmó que se lanzaron 137 cohetes contra Ascalón en tan solo cinco minutos -una información que fue confirmada por las propias FDI-. En este sentido, Hamás alertó de que “hay muchos más”, por lo que está previsto que los ataques continúen. Ante esto, las autoridades israelíes pidieron a la población que permanezca oculta hasta nuevo aviso.
El significativo aumento de la violencia llevó a la Liga Árabe a anunciar una reunión de emergencia a petición de la Autoridad Palestina y Jordania, en la que las partes prevén abordar la situación en Jerusalén y la Franja de Gaza.
De forma paralela, las fuerzas israelíes informaron de que un presunto terrorista fue “neutralizado” en Cisjordania cuando trataba de atacar a varios efectivos cerca de un cuartel en Samaria.