Recurriendo a la llama, un animal andino apreciado por su carne y su lana, el estadounidense Derren Patterson desarrolló en Bolivia una singular oferta de turismo virtual que genera ingresos en medio de la paralización por el coronavirus.
CallALlama.com es una reunión que pone a los turistas en contacto con tres destinos turísticos a través de videoconferencia. Les muestra su historia, su cultura, sus paisajes y les da la oportunidad de interactuar con sus habitantes, particularmente con los criadores de las llamas.
“Llámame”, “Llama a una llama”, “Haz que tu reunión virtual sea llamativa”, “Haga su reunión virtual Llamaizing”, “Llama y viaja”, “Una llama real en su videollamada” son algunos de los juegos de palabras a los que apela para promocionar su creativa propuesta.
“Es una magnifica forma de hacer turismo, una forma sorprendente de disfrutar un viaje y esperamos que después todos querrán visitar Bolivia como un destino interesante que conocer”, comenta Patterson a la AFP.
El servicio está abierto para personas, familias, grupos pequeños y medianos, así como negocios corporativos.
Los interesados eligen una fecha, el horario y el destino de su interés. En el momento definido se establece la conexión por videollamada.
Cada sesión, que se prolonga entre 15 a 20 minutos, tiene un costo de 50 dólares para los grupos reducidos y de 100 dólares en el caso de los negocios corporativos, a los que no limita el número de personas conectadas. Una guía de habla inglesa se encarga de la bienvenida.
Próximo a cumplir 35 años, este empresario del turismo con más de una década en Bolivia, explica que se trata de una visita a las comunidades rurales donde se conoce su historia, sus tradiciones, su gente y se tiene oportunidad de apreciar inolvidables paisajes.
Los pastores de llamas, conocidos como “llameros”, relatan sus anécdotas en el cuidado de los animales, sobre las nuevas crías y revelan lo dóciles, divertidos e inteligentes que son estos camélidos, que hacen parte de la vida diaria de los campesinos andinos.
DESTINOS TURÍSTICOS VACÍOS
El tour comprende los principales destinos turísticos de Bolivia, que permanecen vacíos por la pandemia: el Salar de Uyuni (la costra salina más grande del mundo), Copacabana (población a orillas Titicaca, el lago navegable más alto del mundo); y la Isla del Sol, en el mismo lago (cuna de la cultura inca).
“Es una agradable, divertida y memorable forma de encontrarse entre amigos, para compartir cumpleaños, graduaciones, para viajar estando en casa”, acota Patterson, tras precisar que sus clientes son principalmente de Europa y Estados Unidos.
Muchas empresas contrataron este servicio para romper la monotonía de las reuniones virtuales y proporcionar a su personal un momento de distensión en medio del estrés generado por el confinamiento.
La experiencia permite generar ingresos cuando la actividad turística está paralizada.
Las culturas tradicionales andinas tienen gran aprecio por las llamas, no sólo porque les proporcionan carne y lana, sino porque les sirven para el transporte de carga en largas distancias.
“Son animales clave para el altiplano. Viven en lugares áridos, comen pastos seco y espinas; y son resistentes al inhóspito clima” que, en temporadas invernales, suele registrar varios grados bajo cero, comenta Mario Mendoza, constructor del hostal “Las Olas” de Copacabana.