El ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo del Castillo, y el viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, anunciaron el pasado 16 de enero que tres policías de la Dirección Departamental de Tránsito fueron destituidos por el robo de un millón de dólares de un vehículo en Santa Cruz. Además, fueron detenidos tres abogados vinculados al caso.
La investigación de las autoridades bolivianas sugiere que el dinero podría estar relacionado con el narcotráfico. Días después, se confirmó que el dinero provenía de Chile.
Los billetes habrían salido el miércoles 10 de enero de las bóvedas de una sucursal del Banco Santander en Iquique.
En Chile, la ministra del Interior, Carolina Tohá, fue consultada sobre la situación el lunes y expresó que solicitaría más información a las autoridades locales.
El 12 de enero, alrededor de las 18.00 hrs locales, patrulleros bolivianos, tras una persecución, fiscalizaron en Santa Cruz a un vehículo que intentó evadirlos. El vehículo, conducido por dos jóvenes, transportaba varios fajos de billetes.
Los policías se quedaron con el dinero pero no detuvieron a los ocupantes ni informaron del procedimiento. Sin embargo, al día siguiente, un individuo se presentó como abogado de los jóvenes, pidiendo la devolución del dinero.
Así comenzó la investigación, que resultó en la detención de los policías y tres supuestos abogados. Las autoridades bolivianas creen que los dólares serían utilizados para comprar o vender drogas y han solicitado un informe al banco para conocer al propietario de la cuenta y obtener imágenes de las cámaras de seguridad.
Aguilera afirmó: “Este podría ser el pago de una sustancia controlada o, en su caso, el dinero para comprarla”. Es la hipótesis que está siendo analizada. Ese dinero salió de un banco y estamos haciendo un seguimiento a nivel internacional para establecer las circunstancias de retiro de esa moneda en esa entidad financiera.