El general Juan José Zúñiga, líder del movimiento de tropas que cercó Plaza Murillo y el palacio presidencial en Bolivia, se entregó en horas de la tarde, momento en que responsabilizó al presidente Luis Arce de la asonada.

“El presidente me dijo la situación está muy jodida, muy crítica. Es necesario preparar algo para levantar mi popularidad (le había dicho el presidente Luis Arce)”, comenzó diciendo Zúñiga cuando era trasladado por la policía a un cuartel para su detención, en declaraciones que recoge el medio local El Deber.

“¿Sacamos los blindados? (le había preguntado a Arce y éste le respondió) sacá. Entonces el domingo en la noche, los blindados empiezan a bajar. Seis cascabeles y seis urutús, más 14 z del Regimiento de Achacachi”, dijo el general.

De acuerdo con la orden de aprehensión emitida por los fiscales de Material Franklin Alborta y Omar Mejillones, el general Zúñiga está siendo acusado por los delitos de terrorismo y alzamiento armado contra la seguridad y soberanía del Estado.

El militar encabezó la tarde de este miércoles un movimiento irregular de uniformados en el centro paceño. Es más, irrumpió con un vehículo militar el ingreso al Palacio Quemado, donde cruzó algunas palabras con el presidente del Estado, al que supuestamente había desobedecido.

El presidente Arce instó a la población a defender la democracia, al verse supuestamente amenazada por un golpe de estado, orquestado por el grupo a la cabeza de Zúñiga.

El movimiento irregular concluyó con la posesión de un nuevo comandante del Ejército del país, que ordenó el repliegue de los uniformados a sus unidades militares.

Minutos más tarde, el general y excomandante fue aprehendido y conducido a instalaciones de la Policía, por el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera.