El tiempo se ha encargado de entregar evidencia suficiente para desmentir varios de los mitos que los han rodeado por cientos de años, como que son traicioneros o que no pueden establecer relaciones de afecto con sus familias. Lo que si es cierto es que el gato, a diferencia del perro, es mucho más independiente, lo que no debe confundirse con un animal asocial, es decir, con un comportamiento social solitario: los gatos son animales que se vinculan con personas y otros gatos.
Sin embargo, una de las grandes preocupaciones actuales radica en el hecho de si los gatos deben vivir permanentemente dentro de la casa, hábito conocido como indoor, o bien pueden salir a explorar tanto como lo deseen, gatos outdoor. Este segundo punto, que podría parecer el más natural y apropiado para el gato, presenta ciertos puntos a los que debemos prestar atención, ya que el solo hecho de que el gato deambule libremente por el vecindario, lo expone a accidentes, ataques de perros, peleas con otros gatos y mayor prevalencia de enfermedades infectocontagiosas, comprometiendo su bienestar y el de su familia.
Asimismo, existe evidencia suficiente que demuestra que los gatos son responsables de la muerte de decenas de presas: insectos, reptiles, aves y pequeños mamíferos, debido a su conducta natural por el juego y la caza. Frente a esto, mantener a los gatos dentro de casa parecería ser una muy buena opción, pero para lograrlo habrá que considerar que será la propia familia la que deberá asumir la responsabilidad de satisfacer todas las necesidades conductuales del gato como jugar, explorar, interactuar y descansar en espacios y con elementos acordes para tal fin.
De no poder satisfacer estas necesidades del gato, probablemente se harán presente signos propios de la frustración y aburrimiento, como el marcaje con orina, uñas o incluso fecas. Además, destructividad, aumento en las vocalizaciones, paseos nocturnos, juegos bruscos, agresión, irritabilidad y cambios en el apetito.
LA CALLE COMO OPCIÓN
En este mes de agosto podrías notar en el comportamiento de tu felino una mayor actividad que de costumbre, maullidos y ganas de salir a la calle, esto se debe a que con el incremento de las horas de luz por día, el ciclo fértil de los gatos llega a su punto máximo y tanto machos como hembras se ven motivados a entrar en contacto con otros miembros de su especie, lo que podría terminar por generar peleas en los tejados, mucho intercambio sexual y peleas por territorio y control de las hembras.
De aquí la denominación de agosto como “el mes del gato”, pero es por estas fechas cuando también se incrementan los factores de riesgo con respecto a la aparición en enfermedades virales y dermatopatías felinas.
Las aventuras de nuestros peludos amigos en las calles podrían acarrearles algunas dermatopatías que detallamos a continuación con el fin de que logres identificarlas en caso de que se presenten en tu gato.
► PULGAS
Las pulgas son una de las principales causas de afección dermatológica en los gatos, ya sea por infestación masiva, lo cual causa picazón, o por alergia a ellas, en cuyo caso el gato tendrá picazón intensa e incluso lesiones, sin necesidad de tener grandes cantidades de pulgas presentes.
Es importante saber realizar un control de pulgas efectivo. En el mercado existen numerosos productos para controlar las pulgas con variadas presentaciones: pipetas, spray, comprimidos orales, etc. En el gato, deben aplicarse mensualmente, lo cual debe ser particularmente estricto en aquellos gatos que salen al exterior.
► ALERGIAS
Las alergias más importantes en el gato son a las pulgas, la hipersensibilidad al alimento y la alergia ambiental causada por los ácaros del polvo de habitación, pólenes, esporas de hongos y varios otros.
Independiente de la causa, las alergias se manifiestan con diferentes tipos de presentaciones: picazón, lamido excesivo, lesiones en la cabeza y en el cuello, pequeñas costritas que se sienten al acariciar al gato, pérdida de pelo en el abdomen o en las patas traseras, o incluso lesiones en placas o con aumento de volumen que pueden confundirse con tumores.
En el caso de las alergias alimentarias, algunos gatos pueden cursar también signos gastrointestinales como vómitos o diarrea. Este tipo de lesiones también pueden presentarse en otras patologías dermatológicas, por lo que es muy importante que un veterinario examine al gato y realice las pruebas diagnósticas necesarias para determinar si es o no una alergia y cuál tipo es, ya que de ello dependerá el tratamiento.
► DERMATOFITOSIS – TIÑA
Pese a lo que la mayoría de la gente cree la dermatofitosis o tiña no es tan común. En general, la veremos sobre todo en gatitos pequeños que hayan estado expuestos a condiciones ambientales desfavorables (sobre todo abandono o hacinamiento) y en gatos persas, los cuales están predispuestos a padecerla.
La tiña es causada por hongos dermatofitos, algunos de los cuales tienen el potencial de ser contagiosos a otras especies, incluido el ser humano.
La tiña se puede presentar de distintas formas, pero lo más común es que se observen lesiones con pérdida de pelo, pequeñas o extensas, con enrojecimiento y caspa, lesiones que se pueden confundir fácilmente con otras patologías por lo que es muy importante que se acuda a un veterinario para que haga los exámenes que permitan confirmar o descartar el diagnóstico y para que instaure el tratamiento apropiado.
AMAR ES CUIDAR Y VACUNAR
Es importante señalar que existen vacunas llamadas “Core” que todos los gatos deben recibir. Estas son las vacunas para enfermedades como el herpes virus felino, calicivirus felino y panleucopenia felina (llamada la triple felina); así como también la vacuna antirrábica. La vacuna para virus leucemia felina no se considera como Core propiamente tal, pero la Sociedad Internacional de Medicina Felina ISFM sugiere que todos los gatitos sean vacunados contra este virus ya que ellos son más susceptibles y en la mayoría de los casos se desconoce el ambiente en el que vivirán y luego basado en el riesgo de exposición se decide si es necesario seguir vacunando contra este virus o no.
En este “mes de los gatos” debemos reafirmar nuestro compromiso con la convivencia responsable. El gato, al igual que el resto de los animales con los que decidimos compartir nuestras vidas, debe ser considerado un miembro más de nuestras familias y, como tal, estamos obligados a comprender su comportamiento y prepararnos para poder brindarle la seguridad y el amor que merece.