Daniel Walraven dice que hace 8 años visitó Mendoza y los argentinos no pararon de tirarle la talla por su look rollinga. Al comienzo pensó que sólo era broma, pero al rato notó que en esas tierras existe una solemnidad distinta hacia los emblemáticos The Rolling Stones … y también un mercado. De vuelta en Chile, en plena fiebre por las bandas tributo, decidió formar el primer conjunto que emula la fiesta de la longeva banda sobre el escenario.

“Tocamos éxitos de todas épocas de los Stones, pero yo encarno al Jagger viejo, el de los 50 años”, dice sobre una esculpida figura coronada con una melena británica que se agita en Fiestas de la Cerveza, matrimonios y otros eventos donde se requiera, dice.

“En todas partes hay un fanático de los Rolling Stones en el público, es fantástico. El espectáculo siempre levanta cualquier evento y la gente termina sacándose fotos con nosotros”, se recomienda Daniel. Sin embargo dice estar algo extrañado sobre un extraño fenómeno local: “Aparentemente el chileno es más metalero y popero. No tan amigo del rock and roll, como lo que se ve en la costa del Atlántico. Jamás se me había pasado por la cabeza dedicarme a esto, de no ser por que conocí la idolatría que en Argentina sienten por los Rolling Stones”, dice este Mick chileno que llegó a las semifinales del programa de talentos y dobles de Canal 13 “Mi nombre es…”.

“De todas maneras es un desafío y un orgullo poder imitar a alguien tan potente como Mick Jagger. Se necesita mucha disciplina para cantar mientras se baila y se anima al público a la edad que sea. Es tanta esa adrenalina, que una vez totalmente poseído por el personaje y en pleno invierno, me tiré a una piscina en Tongoy mientras cantábamos Satisfaction en un evento privado”, recuerda.

Dice haber comprado su entrada para primera fila en el recital del 3 de febrero para repetir una experiencia que cree imborrable. “Los ví el 94 cuando vinieron a Chile. Lo que más recuerdo es la puesta en escena, el fuego de la banda. Algo genial que espero se repita con esta fiesta gigante que de nuevo va a hacer arder a Santiago”, dice con la fe del fan.

Brown Sugar: El sonido sobre la forma

Hoy los Hot Stones comparten la torta con Brown Sugar, la otra banda que cultiva un sonido fiel y energético en vivo. Suelen encontrarse en en los mismos escenarios rockeros y del verano, coincide Raúl Fernández, el Jagger del conjunto que cultiva los grandes clásicos de la banda más joven.

“Lamentablemente parecerse a los Rolling Stones es difícil, por eso nuestra principal intención es trabajar sobre lo musical con los teclados, la puesta en escena y una corista. Por mi parte, trato de buscar la participación del público y los trato de prender cuando veo que no están enganchando”, explica sobre una difícil tarea para la que requirió harto gimnasio y acondicionamiento físico. En sus veintitantos se le hizo difícil seguir el ritmo del Jagger de medio siglo que salta, baila y canta a la vez, dice.

Otra búsqueda permanente del sonido, también le exige al conjunto afinar los instrumentos en las notas de los instrumentos correspondientes de Keith Richards y emular lo que consideran una personalidad única. “Nos pueden encontrar algo guatones quizás, pero en el sonido queremos ser lo más fieles posibles”, se ríe el frontman de Brown Sugar.

-¿Crees que Chile no es un país del todo rollinga?
-Si, creo que acá son más Beatles que Rolling Stones para sus gustos. En Argentina, los Stone son más que Lennon y McCartney, más que Led Zeppelin o Pink Floyd, que son referentes poderosos acá. Creo que eso es porque hubo menos cobertura de su música porque se miraba en menos su propuesta sencilla de rock y blues. El chileno está más acostumbrado al ruido intenso… la evidencia es el éxito que tienen acá bandas como Iron Maiden, Metallica y el reggaetón.

-¿Qué expectativas tienen del recital del 3 de febrero?
Todas. Lo único que quiero es que el sonido esté a la altura de la leyenda. Quiero verlos con mis propios ojos y escucharlos como debe ser. Cuando fue el recital de Aerosmith, sonaba más fuerte la música envasada que la banda. Acá todo debe ser en virtud del status de The Rolling Stones y el sonido debe retumbar en toda la ciudad.