Luego que el Banco Mundial reconociera una alteración del índice Doing Business que afectó la valoración del gobierno de la presidenta Bachelet y favoreció a la administración de Sebastián Piñera, la entidad emitió un comunicado en que aseguró que “se revisarán los indicadores correspondientes a Chile”.
“En vista de las preocupaciones expresadas por nuestro Economista Jefe Paul Romer en los medios y nuestro compromiso con la integridad y la transparencia, llevaremos a cabo una revisión externa de los indicadores correspondientes a Chile en el informe Doing Business “, sostiene el ente emisor mundial.
En este sentido, el documento señaló que “en sus 15 años de existencia, el índice de Doing Business ha sido una herramienta invaluable para los países que buscan mejorar su clima de negocios, dando seguimiento a miles de reformas. Desde que desarrollamos este informe crucial, Doing Business ha sido sometido a una serie de revisiones, tanto internas como externas, y siempre buscamos nuevas formas de refinar y fortalecer su metodología”.
“Tratamos a todos los países por igual en nuestra investigación y los indicadores y la metodología de Doing Business están diseñados sin tener a ningún país específico en mente, sino para que el clima de negocios en general pueda mejorar”, remarcó el documento.
Asimismo, se afirmó que “cualquier cambio en la metodología de Doing Business se realiza a través de un riguroso proceso de consulta, donde nuestra junta directiva, los países en lo individual, profesionales, académicos y el personal de todo el Grupo Banco Mundial pueden aportar comentarios”
“Los indicadores se basan en datos duros, como las tasas impositivas reales y la legislación aprobada, y están sujetos a validación interna y externa. Los datos objetivos no están sujetos a influencias política”, sostuvieron.
En tanto, continúan las reacciones en el mundo de la política chilena. Paula Narváez, ministra vocera, comentó “que la competitividad de nuestra economía durante el Gobierno de la Presidenta Bachelet no disminuyó, como lo reflejaba el informe Doing Business del Banco Mundial. Por la credibilidad y la imagen internacional del país, debemos condenar transversalmente esta manipulación“.
De igual modo, la Democracia Cristiana calificó en su cuenta oficial de Twitter como “inaceptable el daño al país y a la credibilidad” del Banco Mundial, advirtiendo que “es necesario profundizar para ver sus reales motivaciones y efecto que tuvo para Chile”.
En la misma línea, la expresidenta y excandidata presidencial del partido, Carolina Goic, dijo que esta es “una falta gravísima a la ética y la credibilidad pública”, y remarcó que “la intencionalidad debe ser clarificada a pesar de lo irreparable del daño”.
De igual modo, la excandidata presidencial del Frente Amplio, Beatriz Sánchez dijo en Twitter que “manipular cifras para infundir miedo a los cambios es inaceptable”, pues “no son ‘errores’, son operaciones contra la democracia”.
Asimismo desde la derecha, el líder de Evópoli, Felipe Kast, enfatizó que lo ocurrido es “muy grave“, y el Banco Mundial debe llegar “hasta el fondo en su investigación” y aplicar “duras sanciones a quienes estuvieron detrás de esta operación política”.
Por último, Alejandro Guillier, excandidato presidencia de la Nueva Mayoría, señaló que lo ocurrido supone una “traición a la fe pública y a las perspectivas económicas de todos los chilenos es enorme”, y dejó establecida la “sospecha de aprovechamiento político”.
“En vista de las preocupaciones expresadas por nuestro Economista Jefe Paul Romer en los medios y nuestro compromiso con la integridad y la transparencia, llevaremos a cabo una revisión externa de los indicadores correspondientes a Chile en el informe Doing Business “, sostiene el ente emisor mundial.
En este sentido, el documento señaló que “en sus 15 años de existencia, el índice de Doing Business ha sido una herramienta invaluable para los países que buscan mejorar su clima de negocios, dando seguimiento a miles de reformas. Desde que desarrollamos este informe crucial, Doing Business ha sido sometido a una serie de revisiones, tanto internas como externas, y siempre buscamos nuevas formas de refinar y fortalecer su metodología”.
“Tratamos a todos los países por igual en nuestra investigación y los indicadores y la metodología de Doing Business están diseñados sin tener a ningún país específico en mente, sino para que el clima de negocios en general pueda mejorar”, remarcó el documento.
Asimismo, se afirmó que “cualquier cambio en la metodología de Doing Business se realiza a través de un riguroso proceso de consulta, donde nuestra junta directiva, los países en lo individual, profesionales, académicos y el personal de todo el Grupo Banco Mundial pueden aportar comentarios”
“Los indicadores se basan en datos duros, como las tasas impositivas reales y la legislación aprobada, y están sujetos a validación interna y externa. Los datos objetivos no están sujetos a influencias política”, sostuvieron.
En tanto, continúan las reacciones en el mundo de la política chilena. Paula Narváez, ministra vocera, comentó “que la competitividad de nuestra economía durante el Gobierno de la Presidenta Bachelet no disminuyó, como lo reflejaba el informe Doing Business del Banco Mundial. Por la credibilidad y la imagen internacional del país, debemos condenar transversalmente esta manipulación“.
De igual modo, la Democracia Cristiana calificó en su cuenta oficial de Twitter como “inaceptable el daño al país y a la credibilidad” del Banco Mundial, advirtiendo que “es necesario profundizar para ver sus reales motivaciones y efecto que tuvo para Chile”.
En la misma línea, la expresidenta y excandidata presidencial del partido, Carolina Goic, dijo que esta es “una falta gravísima a la ética y la credibilidad pública”, y remarcó que “la intencionalidad debe ser clarificada a pesar de lo irreparable del daño”.
De igual modo, la excandidata presidencial del Frente Amplio, Beatriz Sánchez dijo en Twitter que “manipular cifras para infundir miedo a los cambios es inaceptable”, pues “no son ‘errores’, son operaciones contra la democracia”.
Asimismo desde la derecha, el líder de Evópoli, Felipe Kast, enfatizó que lo ocurrido es “muy grave“, y el Banco Mundial debe llegar “hasta el fondo en su investigación” y aplicar “duras sanciones a quienes estuvieron detrás de esta operación política”.
Por último, Alejandro Guillier, excandidato presidencia de la Nueva Mayoría, señaló que lo ocurrido supone una “traición a la fe pública y a las perspectivas económicas de todos los chilenos es enorme”, y dejó establecida la “sospecha de aprovechamiento político”.
