Un deterioro en las condiciones financieras globales fue advertido este miércoles por el Banco Central en su Informe de Estabilidad Financiera (IEF) correspondiente al primer trimestre de 2023.
“Las condiciones financieras globales se han deteriorado en los últimos meses, apreciándose una elevada incertidumbre sobre su evolución futura”, señaló el documento.
El organismo, presidido por Rosanna Costa, explicó que luego de un periodo de tasas de interés bajas y liquidez, comenzó un proceso de normalización monetaria que ha ajustado la valoración de activos a nivel internacional.
En ese contexto, el texto apuntó a que desde marzo se han producido episodios como la tensión en la banca de Estados Unidos, “los que dejaron de manifiesto debilidades en la regulación y la supervisión, así como problemas en la gestión de riesgos de las entidades afectadas”.
Así y pese a valorar que las autoridades “han contenido dichas turbulencias”, el BC subrayó que “persisten dudas en el mercado respecto del sistema financiero en las economías desarrolladas, lo que se refleja en una elevada volatilidad, condiciones crediticias aún más restrictivas y precios de activos que no han revertido del todo las caídas vistas al inicio de estos episodios”.
“Esto se da mientras la Reserva Federal y el Banco Central Europeo han seguido con sus procesos de ajuste monetario. En particular, en EE. UU. se han dado señales de una eventual pausa, mientras que en Europa se ha indicado que aún deben realizarse alza”, agregó.
De todas formas, el ente emisor precisó que “el mercado financiero local no se ha visto especialmente afectado por las turbulencias externas”, y que “la incertidumbre político-económica local” bajó de manera importante desde el IEF anterior, “aunque en los días siguientes a los eventos de la banca internacional tuvo un leve aumento”.
“Desde el Informe anterior, las tasas de interés soberanas cayeron en torno a 120 y 60 pb para bonos en pesos y UF, respectivamente, manteniéndose en torno a sus promedios históricos. Además, se observó una disminución del spread soberano. En el mismo período, los premios por riesgo corporativo y bancario aumentaron entre 5 y 30 pb”, detalló.
AUMENTO DE REQUERIMIENTO DE CAPITAL CONTRACÍCLICO A LA BANCA
En su Reunión de Política Financiera de este martes, el Consejo del BC acordó activar el Requerimiento de Capital Contracíclico a los bancos en un nivel de 0,5% de los activos ponderados por riesgo, exigible en el plazo de un año.
La decisión obligaría a las entidades bancarias a constituir cerca de US$1.500 millones en capital adicional. En reacción, la Bolsa de Santiago empezó la jornada de hoy con pérdidas y desde la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) advirtieron que eso va a tener probablemente un impacto en los créditos a las personas y las empresas.
En el IEF, el Banco explicó que la medida se tomó de manera precautoria ante la mayor incertidumbre externa, ya que si bien “el escenario macroeconómico ha evolucionado en línea con lo previsto, no se puede descartar completamente el riesgo de ocurrencia de un shock externo severo.
“Aunque su probabilidad es baja, su impacto negativo en la economía sería significativo. En dicha circunstancia, la liberación del RCC previamente constituido ayudará a mitigar los impactos respecto de la evolución del crédito a hogares y empresas”, agregó.
Sin embargo, valoró “la solidez” de la banca y destacó que “los resultados de las pruebas de tensión muestran que el sistema se encuentra en una posición adecuada de solvencia y liquidez para enfrentar la materialización de escenarios tensionados. No obstante, al igual que el resto de los agentes de la economía, es importante que continúe fortaleciendo sus capacidades para enfrentar nuevos eventos adversos”.
“La implementación del RCC se enmarca en un contexto donde es necesario que todos los actores de la economía sigan recomponiendo sus capacidades para enfrentar posibles eventos adversos. La definición del nivel y plazo del RCC cuenta con el informe previo favorable de la Comisión para el Mercado Financiero”, sentenció.
HOGARES Y EMPRESAS
Según el informe, “el endeudamiento e impago bancario de las empresas se encuentra en niveles prepandemia. Al cierre de 2022, el descalce cambiario en las grandes empresas seguía acotado, mientras su posición financiera en general se normalizaba hacia niveles de 2019″.
“El aumento de impago sigue centrado en los sectores comercio, construcción e inmobiliario; las empresas de menor tamaño y las que optaron por la reprogramación de deudas y/o créditos FOGAPE. Se destaca que continúa la debilidad del sector construcción e inmobiliario, que enfrenta un mercado menos dinámico y mayores restricciones de financiamiento, tanto a proyectos inmobiliarios como a créditos hipotecarios”, consignó.
Por otro lado, indicó que la posición financiera de los hogares se deterioró n los últimos dos años, “con una significativa reducción del ahorro, que llegó hasta niveles de -0,7% del PIB”.
“Las medidas de apoyo económico implementadas durante la pandemia, tanto por su naturaleza como por su magnitud, generaron un aumento transitorio y sin precedentes de la liquidez de los hogares. Esto impulsó el consumo agregado y disminuyó temporalmente la deuda y el impago de las personas. Sin embargo, los desequilibrios macrofinancieros generados por el aumento abrupto y duradero del consumo agregado han sido significativos”, agregó.
Además, apuntó a “la elevada y persistente inflación”, subrayando que “estos desajustes también redujeron la riqueza financiera neta de los hogares. Al cierre del 2022, esta llegó hasta 120% del PIB, nivel equivalente al de una década atrás”.
“El impago de los hogares aumentó desde el Informe anterior, con mayor intensidad en deudas de tarjetas y líneas de crédito, y entre deudores de menores ingresos. El crédito a personas sigue desacelerándose”, complementó.