“No naturalicemos la violencia cotidiana que sufrió. Por ella y por sus hijos, Nabila Rifo demanda justicia y respeto por su historia”, señaló la Mandataria a través de Twitter.
Al inicio de la audiencia los tres magistrados le preguntaron en privado a la víctima si quería que se difundiera su declaración, pues la Fiscalía y los querellantes en el caso habían pedido que la audiencia fuera privada de publicidad, para custodiar la intimidad de la víctima y su familia, pero Nabila accedió al desarrollo público de la vista “porque quiere que se conozca su versión”, según informó uno de los jueces.
Según indicó Rifo, la relación con Ortega “siempre fue mala, fue frío, calculador, siempre yo todo lo hacía mal y él era el único que hacía las cosas bien, me humillaba”.
El día de la golpiza, Nabila recuerda que se iba a la casa de su mamá y el imputado la siguió, pidiéndole que hablaran, que no pelearan más. Quedaron de frente y ella le dijo que se iría de la casa “porque eres insoportable”. Y al voltearse, ella sintió un primer golpe en la cabeza con lo que pensó era una piedra.
“Se me pasó todo lo que había tomado, me retumbó todo, la segunda vez también y en la tercera vez quedé inconsciente. Me hice la muerta para que no me siguiera pegando. No me acuerdo de nada más”, puntualizó Nabila.