El día 15 de septiembre de 2015, cuando la folklorista hubiese cumplido 97 años, la Mandataria anunció la creación del Día de la Cultura Tradicional y de este galardón.
“Margot Loyola, en su larga vida, no dejó nunca de recordarnos que las danzas y la música de Chile, en su enorme variedad, están vivas, y lo están porque forman parte de la cotidianeidad de nuestra gente, de las mujeres y de los hombres de Chile”, destacó la jefa de Estado.
Esta segunda versión del concurso reconoce a exponentes en tres categorías, quienes reciben un estímulo económico de $8 millones.
En el área de Creación, fue destacado el grupo La Chimuchina, conjunto de música y performance fundado en 1993 por José Pérez de Arce y Claudio Mercado, al alero del Museo Chileno de Arte Precolombino, que ha trabajado en torno a las sonoridades prehispánicas.
En la categoría Formación, fue premiada la Familia Madariaga, cantores a lo poeta de larga trayectoria y por la riqueza del trabajo colectivo transgeneracional; padre, hijo y nieta. El fundador de este trabajo, don Arnoldo Madariaga, y su hijo Arnoldo Madariaga López constituyen un patrimonio vivo de Chile y su nieta, Emma, con sólo 15 años, es reconocida como cantora y compositora en décimas.
Y en Investigación, fue galardonado José Pérez de Arce, musicólogo, museógrafo, dibujante e investigador, ligado desde sus inicios (1981) al Museo Chileno de Arte Precolombino. Su trabajo ha recorrido desde la música de los pueblos originarios de Los Andes a otros distintos aspectos antropológicos de nuestras culturas originarias.
Su especialización como arqueomusicólogo le ha permitido trazar continuidades y transformaciones dentro de períodos prehispánicos y entre estos y la actualidad, como son la teoría de continuidad de los bailes chinos desde tradiciones sur andinas ligadas a la expansión de Tiwanaku.
Bachelet valoró el aporte de cada uno de los premiados al rescate de la cultura nacional y subrayó que “celebramos también a quienes reciben el Premio a la Trayectoria en Cultura Tradicional que lleva el nombre de Margot Loyola y lo hacemos aquí, en el Palacio de Gobierno, para que no haya duda alguna de la importancia que asignamos a este reconocimiento”.
“Sabemos que a veces –más que a veces, diría yo- Chile es mezquino con sus talentos, con sus creadores y con sus investigadores. Y queremos que estos reconocimientos tengan la visibilidad que se merecen, porque apuntan al rescate de saberes y valores que es importante preservar y difundir”, puntualizó.