Así lo señaló, a la agencia Efe, Christoffer Heckman, profesor asistente del Departamento de Ciencias de la Computación en la Universidad de Colorado (CU) en Boulder, quien dirige un proyecto conocido como “Carro Ninja” cuya tecnología es diferente a la de los vehículos autónomos actuales.
Específicamente Heckman y los seis estudiantes de doctorado que forman parte del Grupo de Robótica y Percepción Autónoma en CU-Boulder se enfocan en el desarrollo de nuevas tecnologías en dos áreas: percepción robótica (la capacidad de entender el mundo por medio de sensores) y teoría de control (decidir por medio de un conjunto de algoritmos cómo se va a actuar según ese entendimiento).
El equipo afirma que esa combinación permitirá que los algoritmos transformen las imágenes captadas por las cámaras de los vehículos en superficies, texturas y objetos 3D, de modo que el vehículo decida “qué es posible hacer” en cada caso: doblar, acelerar, frenar u otras acciones.
Esa tecnología es diferente de la que actualmente se usa en los vehículos autónomos, los cuales emplean mapas y modelos 3D incorporados en sus computadoras y deben comunicarse con un servidor para procesar sus algoritmos.
Aunque los prototipos de los “carros Ninja” ya existen, aún no están listos para navegar por calles. Pero cuando próximamente lo hagan, las primeras pruebas se realizarán en el área cercana a Boulder, en caminos con barro, nieve o hielo.
Luego, se realizarán experimentos con “peatones” cruzando una calle transitada y finalmente se podrá ver a estos vehículos en una carretera de Colorado en invierno y en el momento de mayor tráfico.
Según Heckman, los nuevos algoritmos permitirán que los vehículos autónomos conduzcan en “condiciones desfavorables”, incluyendo caminos no pavimentados.
Por el contrario, los vehículos autónomos actuales se desplazan sólo “en las mejores condiciones de manejo”, como lo hizo en octubre pasado un camión autónomo de la empresa Otto, una subsidiaria de Uber, que recorrió este año 200 kilómetros en Colorado.
Ese recorrido se realizó con buen clima y relativamente pocos vehículos en la carretera. Además, un conductor humano estuvo en la cabina del camión en todo momento. Nada de eso sucederá, anticipa Heckman, con los vehículos autónomos del futuro.
“Los vehículos autónomos están a punto de llegar y si queremos que los carros ya no tengan volantes, se debe tener en cuenta, al desarrollar esos vehículos, las carreteras congestionadas y resbaladizas”, puntualizó.
Heckman subrayó que la nueva tecnología tendrá también un impacto sociológico, porque las personas deberán acostumbrarse a algo “con lo que no sabrán qué hacer”.
El científico opina que la gente debería ir “reimaginando” su vida cotidiana.
“¿Para qué necesitamos lo que se estima son 2.000 millones de espacios de estacionamiento en Estados Unidos cuando en el país viven solamente 320 millones de personas? Tenemos que analizar lo que ganamos al dejar de ser dueños de vehículos y de conducir”, dijo Heckman.
Cuando habla de “reimaginación”, este especialista habla de pensar, por ejemplo, que las limitaciones físicas ya no equivaldrán a movilidad limitada porque alguien no puede conducir un vehículo.